Sabéis que me encantan los helados y que los consumimos durante todo el año aunque en verano, casi a diario. El helado casero es una forma saludable, digestiva y diferente de tomar fruta, y si no nos excedemos en la cantidad ingerida no hay problema con las calorías. Si tenemos niños en casa reacciones a tomar fruta probad a preparar esta receta de helado de plátano con trocitos de chocolate que encanta a todos.
Mi versión de este helado os puede recordar al Chunkey Monkey de Ben&Jerry's aunque sin nueces. Desde luego es mucho más sano elaborar este helado en casa sabiendo lo que contiene. Por cierto, esta fórmula es muy apta para hacer si no tenéis heladora, así que adelante.
Ingredientes
- Plátano pequeño y maduro 2
- Azúcar 75 g
- Miel 15 g
- Esencia de vainilla 1/2 cucharadita
- Nata líquida 200 ml
- Sal
- Zumo de naranja 0.5
- Chocolate negro troceado, cantidad al gusto
Cómo hacer helado de plátano con trocitos de chocolate
- Tiempo total
En el vaso de la batidora echamos los plátanos troceados, el azúcar, la miel, la esencia de vainilla, la nata, la pizca de sal y el zumo de naranja. Trituramos completamente hasta obtener un puré fino. Refrigeramos la mezcla unas horas para que esté bien fría y luego procedemos de diferente forma según tengamos heladora o no.
Si tenemos heladora mantecamos el helado en ella y cuando esté listo agregamos los trozos de chocolate. Pasamos a un túper, cubrimos con un trozo de papel de horno, tapamos y dejamos terminar en el congelador durante un rato según la consistencia deseada.
Si no tenemos heladora debemos remover el helado cada cierto tiempo mientras se congela poco a poco en el congelador. Con esta receta el helado obtenido es muy cremoso apenas sin remover, pero no está de más hacerlo durante las primeras horas de congelación.
Con qué acompañar el helado de plátano con trocitos de chocolate
Este helado de plátano con trocitos de chocolate está perfecto para tomar casi según lo sacamos del congelador por lo cremoso que es. Como no contiene huevo podemos conversarlo durante varios días, aunque a partir de una semana la textura cambia ligeramente, cosa que es normal por las temperaturas de los congeladores caseros.
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