El colinabo o nabicol es una hortaliza cargada de nutrientes con un sabor perfecto para combinar con la calabaza
La crema de calabaza es una de mis preferidas, y la primera receta que empecé a cocinar es la de mi madre. Una receta de esas de echar cosas a ojo, pero en la que no faltaba nunca, además de calabaza, cebolla y/o puerro, alguna patata. Pero todo evoluciona y ya he dejado el tubérculo de lado porque el nabicol se ganó mi corazón hace tiempo.
Llámalo nabicol, colinabo, colirrábano o kohlrabi, sea como sea es una brásica, una crucífera como la coliflor, las coles o el brócoli. Está en otoño en el mejor momento de su temporada y hace muy buenas migas con otro vegetal de esta época, la calabaza. Además, aporta menos hidratos de carbono que la patata, es más ligero, y posee muchos más nutrientes, como vitamina C, minerales y fibra.
Así, la crema de calabaza y colinabo con jengibre se ha convertido en mi preferida cuando quiero cenar algo saciante y reconfortante, pero que sea ligero, o me gusta tomarla también de primer plato en el almuerzo. El jengibre es opcional, igual que las demás especias; puedes personalizar los aromas y sabores a tu gusto, añadiendo, si te gusta, cilantro, nuez moscada o ajo.
Yo no le echo lácteos de ningún tipo, pero tampoco le iría mal un chorrito de nata líquida, yogur natural, queso fresco o queso de cabra para servir. Un aderezo crujiente que sirva de contrapunto siempre hace las cremas más ricas, como picatostes o unos crackers de semillas.
En DAP | Mis siete trucos para hacer la mejor crema de calabaza
En DAP | Cremas de verduras
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com
VER Comentarios