Comidas religiosas, ¿qué fue antes, la tradición o la evolución?

Una tradición para evitar comer carne roja

Seguro que muchos de vosotros habréis tenido la oportunidad de degustar algún plato de típico de Semana Santa durante estos días, potaje de vigilia, torrijas, etc... Son muchos y muy diversos los platos que tienen su origen en fiestas religiosas. Esto ocurre casi en cualquier religión, la cuestión es ¿comemos estas comidas por tradición, o esta tradición tiene alguna base evolutiva? Vamos a ver si podemos hacer algunas conjeturas razonables.

Con el paso del tiempo son muchas las tradiciones que hemos ido heredando de nuestros padres y abuelos, y muchas de ellas tienen un origen en ciertas tradiciones religiosas. Independientemente de nuestras creencias, seguimos manteniendo esas tradiciones, pero en muy probable que en su origen tuvieran un motivo más allá del estrictamente religioso.

Los ayunos

Si algo tienen en común casi todas las religiones, es el ayuno de una forma u otra. Quizá el más famoso actualmente sea el Ramadán de los musulmanes, pero también los judíos con su Yom Kippur y los cristinos con su cuaresma, tienen reflejada esta costumbre. Con el tiempo, las exigencias del ayuno en la religión cristiana se fueron relajando pasando de 40 días (cuaresma) a solo un par de días en Semana Santa o a evitar solo las carnes rojas.

Pero volvamos a la cuestión del principio, ¿por qué las religiones sugieren el ayuno a sus fieles? Aunque hay diversos estudios que demuestran que antes de la aparición de la agricultura, la escasez de alimentos no era lo habitual, es más que probable, que desde hace miles de años, nuestro organismo se haya tenido que enfrentar a situaciones de escasez o falta total de alimentos. Hay estudios de sugieren que el ayuno podría ser un factor importante a la hora de reciclar ciertos desechos y de activación de rutas metabólicas de quema de grasas, entre otros muchos efectos. Por ejemplo,

Autofagia en el ayuno. Parece ser que el ayuno nos permite eliminar y reciclar algunas sustancias que ya no nos sirven. Durante el ayuno, se activan algunas rutas metabólicas que se encargan de eliminar algunas sustancias de desecho de nuestro propio organismo. Hay estudios que vinculan la autofagia con la longevidad.

Rutas de cetosis. En nuestra dieta, el aporte de glucosa necesario para que nuestras células, y sobre todo, nuestro cerebro, tengan energía, proviene principalmente de hidratos de carbono. Pero no es la única vía posible. A partir de nuestras reservas de grasa, también es posible obtener glucosa (gluconeogénesis). Sin embargo, con nuestra dieta actual, esta ruta se activa en pocas ocasiones, porque hoy en día, la abundancia de alimento (al menos en nuestras sociedades) es más que suficiente.

En un momento de ayuno, nuestro cuerpo optaría por estos dos mecanismos para mantenerse vivo y poder encontrar de nuevo alimento. Parece razonable pensar, que a medida que el alimento dejó de ser un problema, estos periodos de ayuno dejaron de existir. Sin embargo, no sería descartable pensar, que sus efectos positivos sobre nuestra salud no pasaron desapercibidos, y de alguna forma la religión, los incorporó como una práctica deseable.

Los alimentos prohibidos

En este caso, se trata de alimentos que las religiones no nos permiten comen, bien durante un periodo de tiempo, o bien para siempre. En general, como bien apuntó el antropólogo Marvin Harris, hay motivos, muy concretos y nada religiosos que explican estas prohibiciones. Quizá el más conocido sea el del cerdo en las religiones de oriente medio, judaísmo e islamismo, o las vacas sagradas en la India.

Comerse las vacas sería una mala idea

En el caso del cerdo, y haciendo honor a su propio nombre, su crianza en climas muy cálidos, como los de oriente medio, se hace muy complicada. Principalmente, porque para refrescarse tiene la poco higiénica costumbre de rebozarse en sus propias hecer y orines. No es culpa del cerdo, al fin y al cabo, sus ancestros vivían en bosques, pero esta fea costumbre hace que su crianza y consumo de carne, se vea comprometida por la aparición de parásitos. No es de extrañar entonces, que muy pronto, las religiones de aquellas zonas vetaran al cerdo.

¿Y las vacas de la India? En este caso, más que la higiene, el motivo de no comérselas, es por su mayor valor económico que gastronómico. Las vacas de la india son mucho más valiosas como animales de carga, por su leche, y también por sus excrementos, que son usados como combustible y como material de construcción. Como decía Marvin Harris, para vaca sagrada, el vehículo privado en occidente...

De evolución a costumbres

Como podéis ver en estos ejemplos, aunque hay muchos más, en la mayoría de las ocasiones las tradiciones religiosas, responden a razones que van más allá de las fechas del calendario y en algunos casos, es más que probable que esas costumbres hayan sido favorecidas por la evolución por distintos motivos, salubridad, económicos, etc...

¿Qué otras tradiciones religiosas conocéis vosotros, y cuáles son sus orígenes si los conocéis? Espero vuestros comentarios.

Imagen vía | Por elrentaplats, Por Kumaena, AUTOR En Directo al Paladar | Alimentos Halal, alimentos permitidos o autorizados para la Comunidad Musulmana
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