Así de fácil puedes hacer yogur griego en casa: con un solo ingrediente y sin apenas invertir tiempo

Te saldrá más barato y podrás hacerlo a tu gusto evitando los sucedáneos falsos de supermercado

Liliana Fuchs

Editor

Si eres de los que no se puede resistir a la cremosidad del yogur griego, pero te pierdes un poco con toda la variedad que hay en el supermercado, es el momento de hacerlo casero. Te saldrá además mucho más barato y puedes controlar el proceso a tu gusto, sin caer en la trampa de los "estilo griego" que añaden nata y espesantes. Solo necesitas un ingrediente e invertir muy pocos minutos.

El yogur griego no está recogido en la legislación europea con una definición legal, por lo que no hay una ley que indique cómo debe estar elaborado, ni dónde, ni con qué ingredientes. Lo que caracteriza al yogur griego de Grecia es su textura muy, muy espesa, y responde a una tradición antigua artesanal que, en origen, se hacía con leche de oveja.

Hacer tu propio yogur griego es tan fácil como coger una buena cantidad de tu yogur natural favorito y ponerlo a colar para escurrir todo el suero posible, el líquido natural que tiene. Así es como se hacía y se sigue haciendo al modo tradicional, y es el mismo proceso que se utiliza para hacer labneh. También se le suele llamar yogur colado, y se hace en muchos otros países.

Para que te salga rico y cremoso es importante partir de yogur natural 100%, ni desnatado, ni enriquecido con nata, almidón, gelatina o espesantes. Que los ingredientes sean solo leche y fermentos lácteos. También puedes usar tu yogur casero, si prefieres hacer todo el proceso desde cero, usando leche entera y un yogur o cultivo.

Merece la pena aprovechar para preparar, al menos, medio kilo de yogur griego; para eso tendrás que partir de casi el doble de peso de yogur natural, un kilo o un litro, pues perderá volumen y peso al escurrirlo. Pon una estameña o gasa limpia o un paño que no haya sido lavado con suavizantes ni detergentes perfumados, y que no suelte hilo, sobre un colado de malla fina, encima de un recipiente más grande que coja el agua que suelte. 

Vierte los yogures, remueve suavemente y cierra la gasa hacia arriba sujetándola con una goma o una pinza. Mete el recipiente en la nevera y deja reposar varias horas.

El tiempo dependerá de lo espeso que te guste el yogur y de la cantidad de agua original que tuvieran los yogures que has usado como base. Termina escurriendo a mano la mezcla, apretando la gasa para que salga hasta la última gota de líquido, y tendrás un yogur griego tan espeso, cremoso y sabroso como el mejor del súper.

Imágenes |  iStock - Flickr/jules

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