Fresca, suave y con ese punto ácido tan especial, esta mousse de arándanos es el postre perfecto cuando buscas algo ligero pero vistoso, ideal para una comida elegante.
Suave, aireada y con un color natural espectacular, la mousse es uno de esos postres que conquistan sin esfuerzo. En esta versión preparada con arándanos, combinamos la frescura de la fruta con una textura irresistible que se derrite en la boca.
La receta lleva pocos ingredientes, está lista en muy poco tiempo y, lo mejor de todo si estás buscando postres para servir en Navidad, se puede preparar con antelación, admite mil presentaciones y siempre se obtiene un buen resultado.
Ingredientes
- Arándanos 300 g
- Nata líquida para montar 200 ml
- Queso crema 50 g
- Gelatina en láminas 2
- Azúcar 40 g
Cómo hacer Mousse de arándanos
- Tiempo total 5 m
- Elaboración 5 m
Primero hidratamos la gelatina en un cuenco con agua fría. Trituramos los arándanos y reservamos el puré. Escurrimos la gelatina, y la diluimos en un poco de agua caliente. Mezclamos la gelatina con el puré.
Batimos el queso crema con el azúcar y la nata hasta que se formen picos firmes. Mezclamos la nata con el puré de arándanos suavemente y con movimientos envolventes hasta obtener una crema homogénea.
Repartimos la mousse en vasitos individuales y reservamos al menos 4 horas en la nevera.
Con qué acompañar la mousse de arándanos
En nuestro caso hemos preparado una base de galletas trituradas, y hemos reservado un poco de puré de arándanos que nos sirve además de como decoración, para aportar mucho más sabor a nuestra mousse. También decoramos el postre con unos arándanos frescos y una pizca de ralladura de limón para que quede más vistoso.
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