
Recordando a las típicas de jengibre, esta receta de galletas crujientes de miel y especias puede ser ideal para preparar con niños durante las fiestas, ya que la masa es muy manejable y sencilla.
Las mencionadas de gingerbread son más oscuras y más tiernas, casi abizcochadas; si os gustan con sabores más suaves y de textura más crujientes, tenéis que probar esta receta. Podéis preparar un glaseado real - con clara de huevo - para decorarlas o simplemente usar una glasa sencilla de azúcar glasé y agua para darles un toque más festivo.
Colocar la mantequilla, la miel, el azúcar y la leche en un cazo y calentar a temperatura media. Remover suavemente hasta que todos los ingredientes se hayan derretido y tengamos una mezcla homogénea. Dejar enfriar un poco. Mientras tanto, precalentar el horno a 180º y preparar unas bandejas.
Disponer en un recipiente amplio la harina con el almidón de maíz (maizena), la levadura química, la sal, la canela, la nuez moscada y el clavo. Añadir poco a poco la preparación de miel, mezclando bien. Amasar ligeramente hasta tener una masa homogénea, lisa y húmeda, pero no pegajosa.
Estirar la masa con ayuda de un rodillo hasta dejar un grosor de unos 2-4 mm. Cortar las galletas con unos cortadores navideños bonitos y distribuirlas en las bandejas. Hornear unos 10-12 minutos, hasta que empiecen a dorarse. Dejar enfriar sobre una rejilla y decorar, si se desea, con un glaseado sencillo a partir de azúcar glasé y un poco de agua.
Con qué acompañar las galletas crujientes
Estas galletas crujientes de miel y especias de Navidad son perfectas para tenerlas en casa en una bonita caja y ofrecerlas a las visitas durante las fiestas. El sabor suave de la miel y las especias acompañan muy bien al café, una taza de té aromático, una taza de chocolate o un simple vaso de leche.