Es un clásico del verano imprescindible para aprovechar la temporada de este saludable pescado azul
En temporada de bonito hay que comer bonito con tomate. Y en más recetas, pero la mencionada siempre tiene prioridad en casa. Sobre todo porque tengo un método infalible para cocinar con una vuelta de tuerca la receta tradicional, y me queda un plato mucho más rico, saciante y nutritivo. Y lo mejor es que es mucho más rápido si encima uso un truco que ahorra tiempo y esfuerzo.
La salsa del bonito con tomate del plato original es sabrosa, sin duda, pero se me queda corta. Siento que se podría aprovechar mejor, más allá de rebañar con pan o servirla con unas patatas o arroz. Será que pesan en mí los genes huertanos, pero desde que la cambié por un pisto murciano, el bonito ha subido de categoría.
Quien dice murciano dice pisto manchego o la versión más simple del pisto de pimientos; puedes usar el que más te guste o hagas en casa normalmente a ojo. Sí es importante, para este menester, que sea un pisto con buena base de tomate, y que no quede seco, lo queremos más bien salsero. Se puede hacer el pisto al momento y añadir el bonito, previo marcado por la sartén, en los últimos minutos, o se puede aprovechar pisto sobrante de otro día, recalentándolo a fuego bajo.
Pero hay una alternativa perfecta para los días de verano de más calor, pereza o de jornada intensiva: tirar de pisto de bote. A nadie se le caen los anillos por recurrir a un buen pisto en conserva de vez en cuando, que los hay muy buenos y de calidad.
Así tengo la comida o la cena lista en menos de 10 minutos: marco el bonito en una cazuela por ambos lados, echo el pisto de bote encima y cocino todo unos pocos minutos para que la salsa coja temperatura y el pescado termine de hacerse, muy brevemente. Y listo.
En DAP | Recetas de pisto
En DAP | Marmitako
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com
VER Comentarios