La Pastisseria Turull es un negocio familiar muy conocido en la localidad barcelonesa que destaca por sus dulces tradicionales y tartas personalizadas
Fue hace ya más de 60 años cuando Joan Turull abrió su propio negocio de pastelería en el corazón de Terrassa, un negocio que desde el primer momento tuvo ese aire familiar y de barrio que ha conquistado a los vecinos esporádicos durante más de medio siglo. Su fama se ha extendido por toda la provincia, y ahora atraerá aún más visitantes tras obtener el premio al mejor turrón de yema de España de este año. Pero hay en la Pastisseria Turull muchos más motivos para peregrinar hasta su puerta.
A Joan Turull no solo hay que agradecerle el haber fundado este negocio ya icónico en la ciudad, también fue pionero en fomentar el trabajo de la pastelería artesana local en Terrassa y en toda la provincia de Barcelona, siempre demostrando un gran interés por divulgar y estimular el sector entre la sociedad y animando a los más jóvenes, defendiendo la labor artesanal frente al auge industrial. Y siempre trabajando codo con codo con su familia, contando tanto con su esposa Joana como con su hija Aniana, actual directora del negocio familiar.
Así, fue presidente del Gremio de Pasteleros de Barcelona (1995-2014) y de la Federación Catalana de Pastelería (1997-2014), además de una figura destacada en la creación del Museo del Chocolate (2000), la renovación de la Escuela de Pastelería (2004) y la creación de una residencia para sus estudiantes (2013). Entre otros galardones, recibió la Medalla de Oro del Gremio de Pastelería de Barcelona por su trayectoria profesional en 2015 y la Medalla al trabajo Presidente Macià. Asimismo, fue impulsor del Salón del Chocolate de Barcelona, llegando a presidirlo un año en 2005.
Desde sus inicios, Pastisseria Turull ha destacado por mantener un catálogo de elaboraciones pasteleras y de chocolate tradicionales, con un gran protagonismo de los dulces y pasteles de la repostería catalana, abarcando desde galletas y pastas hasta tartas elaboradas, masas de bollería, pasteles y tartaletas de estilo francés y bombones. Destacan, así, sus carquinyolis, barquillos o neulas, tortells, magdalenas, cocas, buñuelos, xuxos, croissants y todo tipo de dulces de hojaldre.
Son fieles también a los dulces de temporada siguiendo el calendario festivo, desde las cocas de Sant Joan, monas de Semana Santa y los panellets de la Castanyada hasta el nutrido surtido de dulces navideños que ahora llenan sus escaparates. En los los últimos años también se han sumado a preparar su propio panettone, aunque más tradición tiene su turrón de yema tostada, que este año se ha proclamado como el mejor de España en el concurso ‘Mejor Turrón Artesano de Yema de España 2025’, organizado por el Gremio de Pastelería de Barcelona.
Pero no solo del dulce vive el cliente de Turull, y no hablamos únicamente de sus cocas saladas. Además de ofrecer un servicio de catering, en la propia pastelería se pueden probar platos salados preparados especialmente los fines de semana, donde además de bocadillos, sándwiches, croquetas y otras elaboraciones típicas, ofrecen platos con más contundencia y tradición como sus ya míticos caracoles en salsa de chorizo y jamón, canelones de varios rellenos o el tradicional fricandó.
Imágenes | Pastisseria Turull
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