Más de ocho horas en una boda sin tomar bocado siembra el debate sobre los modales, la cortesía y los rituales de ceremonia
Una escena que parecía sacada de una comedia acaba de convertirse en nuevo foco de debate en TikTok. La usuaria @lisa.divass compartió un vídeo en el que, durante una boda, pide que le traigan pizzas mientras los invitados aguardaban impacientes.
El momento no pasó desapercibido, y generó una ola de reacciones divididas: algunos condenan su actitud como falta de respeto, otros la defienden como una decisión práctica frente a la espera interminable de los shootings de boda y momentos melosos entre los novios.
La mujer explica cómo la boda avanza sin que la comida principal aparezca. La usuaria toma la iniciativa: solicita pizzas para para paliar el retraso, un gesto que, sin duda, molesta a la novia: “¿Fui maleducada después de que no hubiera comida durante 8 horas?”. La pregunta resuena como eco del choque entre la etiqueta tradicional del evento y la frustración moderna ante la ineficiencia.
"Fue un día bonito, pero realmente largo", explica la mujer, que empezó al mediodía con fotos y más fotos, y a las 8 de la tarde, sin nada en el estómago desde el desayuno, ya no podía más: "Me estaba muriendo de hambre", dice, aunque se sirvieron unos pequeños canapés que desaparecieron al momento.
De este modo, decidió pedir unas pizzas que compartió con alguna otra mesa. "La novia se enfadó mucho conmigo", confiesa. La novia le acusó de haberla avergonzado y humillado.
La división de opiniones se dio entre entre inivitados: algunos le reconocieron que hizo lo que muchos en realidad habrían hecho, mientras que otros la acusaron de haber sido maleducada e irrespetuosa.
La publicación es una continuación del debate: la boda como ceremonia solemne versus la urgencia del apetito humano. En pocos minutos comenzaron a llover comentarios de todo tipo, mostrando cómo un gesto aparentemente anecdótico desencadena opiniones polarizadas.
Críticas contundentes: “falta de respeto”
Entre quienes reprochan la acción, muchas voces la califican de maleducada intrusión contra el protocolo matrimonial al considerar que en una boda no pides comida ajena como si fuera reunión cualquiera.
Otros apuntan que, ciertamente, la novia está en su derecho de sentirse ofendida, ya que la invitada cruzó límites tácitos de cortesía al transformar un evento simbólico en una escena de restaurante improvisado.
Pero no todos cargan contra ella. Varios usuarios salen en su defensa, argumentando que si la comida no llega, el hambre no espera, aunque le señalan que lo más cortés habría sido irse a comer la pizza fuera. "Casarse a las 12 y no servir comida hasta las 22:20 horas es ridículo", dice otro.
Foto | Montaje
Ver todos los comentarios en https://www.directoalpaladar.com
VER Comentarios