Las medialunas de manteca son un clásico en cualquier desayuno o merienda en Argentina. No hay panadería que no las tenga y, para mucha gente, no hay mañana de domingo sin medialuna y café con leche. Aunque se parecen a los croissants, tienen su toque propio: llevan vainilla, ralladura de limón y una buena pincelada de almíbar que les da ese brillo característico. No quedan tan crujientes, pero sí muy tiernas y sabrosas.
Esta receta lleva su tiempo, pero se puede dividir el proceso en dos días. Si respetas los reposos y te tomas tu tiempo, te van a salir unas medialunas espectaculares.
Por qué respetar los tiempos es clave
La lista de ingredientes no es nada rara. Todo lo que necesitas se consigue fácilmente en cualquier supermercado: harina de repostería (sin levadura), huevo, mantequilla, azúcar, miel y levadura. El toque de esencia de vainilla y la ralladura de limón marcan la diferencia.
Pero más allá de los ingredientes, lo que realmente hace que estas medialunas salgan bien es el proceso y los tiempos de reposo en frío. El laminado con mantequilla necesita sí o sí descansos largos en la nevera. Si te saltas ese paso o tienes prisa, la mantequilla se derrite antes de tiempo y rompe la masa en el horno.
Es mejor dividir el proceso en dos días. El día 1 se prepara la masa y se hacen las vueltas; el día 2 se forma, se deja fermentar y se hornea. Compensa, doy fe de ello. Con estas cantidades salen unas 16 medialunas, aunque aprovechando los recortes de masa pude hacer alguna más. Eso sí, no quedaron tan bonitas como las otras, pero igual de ricas.
Ingredientes
- Harina de repostería sin levadura 500 g
- Sal 10 g
- Huevo uno para la masa, otro para pintar. 2
- Leche 200 ml
- Miel opcional 30 g
- Levadura fresca de panadería o 5 g de levadura seca 10 g
- Esencia de vainilla 5 ml
- Ralladura de limón de medio limón
- Mantequilla para el empaste 200 g
- Agua para el almíbar 120 ml
- Azúcar para el almíbar 150 g
Cómo hacer Mediaslunas de manteca
- Tiempo total 23 m
- Elaboración 3 m
- Cocción 20 m
- Reposo 6 h
Mezcla la harina, la sal, el azúcar, el huevo, la miel, la esencia de vainilla, la ralladura de limón, la leche y la levadura. Amasa durante unos 15 minutos, hasta que la masa esté suave, lisa y elástica. Cubre con film o un paño limpio y deja reposar 1 hora a temperatura ambiente.
Coloca los 200 g de mantequilla entre dos papeles de horno o film. Aplástala con el rodillo hasta formar un rectángulo de unos 2mm de espesor. Ayúdate de una espátula para hacerlos bordes rectos. Guarda en la nevera para que se enfríe y endurezca de nuevo.
Estira la masa en forma de cruz (+). Coloca el rectángulo de mantequilla en el centro y cierra la masa como si envolvieras un paquete. Estira con cuidado formando un rectángulo largo y dóblalo en tres partes, como si fuera una carta. Esa es la primera vuelta. Envuelve en film y deja reposar en la nevera durante 1 hora.
Saca la masa, vuelve a estirarla en forma de rectángulo (con el pliegue mirando hacia ti) y repite el doblez en tres. Esta es la segunda vuelta. Envuelve de nuevo y llévala otra vez a la nevera por 1 hora.
Haz una tercera vuelta igual que las anteriores. Después, guarda la masa bien envuelta en la nevera al menos 1 hora más. Lo ideal es dejarla toda la noche (unas 8 horas) para que se enfríe bien antes de formar.
Estira la masa en forma de rectángulo hasta que tenga un grosor de unos 4 mm. Divide en dos tiras largas y corta triángulos de unos 10 cm de base. Estira un poco cada triángulo con el rodillo, enrolla desde la base hacia la punta sin apretar demasiado (puedes ayudarte con una mano mientras estiras la punta con la otra), y curva ligeramente las puntas para darles forma de medialuna.
Engrasa una bandeja con manteca y coloca las medialunas dejando al menos 1 cm de espacio entre ellas. Cubre con film o un paño limpio y deja fermentar entre 2 y 3 horas en un lugar cálido, hasta que doblen su tamaño.
Precalienta el horno a 180 °C. Bate un huevo y pinta con cuidado las medialunas. Hornea durante 15–20 minutos, hasta que estén bien doradas por encima.
Mientras las medialunas están en el horno, hierve el agua con el azúcar durante 3 minutos. Nada más sacar las medialunas, pincélalas en caliente con todo el almíbar para que lo absorban bien. Esto les dará ese brillo tan típico.
¿Con qué se acompañan las mediaslunas?
En Argentina, lo más común es comerlas en el desayuno o en la merienda. Se sirven con café o mate, y muchas veces se rellenan con dulce de leche o se mojan directamente en la taza. También se pueden cortar al medio y poner un poco de mantequilla, mermelada o jamón y queso.
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