
Sigo en mi espiral de calabacín probando nuevas formas de disfrutar de su sabor y propiedades. En este caso es una receta de crema fría de calabacín sin cocción, perfecta para un día de calor, que todavía nos quedan algunos por delante. No hay que cocinar nada, todos los ingredientes van en crudo, por lo que aprovechamos mejor todos sus nutrientes y evitamos pasar calores delante de los fogones.
Como suele suceder en este tipo de recetas, las cantidades de los ingredientes son más una guía que una indicación exacta, ya que lo mejor es ajustar al gusto de cada uno. Se puede hacer más o menos espesa, aligerar el sabor añadiendo más cantidad de lácteo, o leche vegetal, o darle un puntito picante. En cualquier caso, lo mejor es servirla muy fría cuando más aprietan las temperaturas. Puede complementar nuestros menús veraniegos para alternar con la también fresca crema fría de aguacate.
Ingredientes
- Aguacate grande maduro 1
- Calabacín mediano 1
- Apio pequeño 1
- Diente de ajo 1
- Pimiento verde italiano 1
- Lima 1
- Caldo de verduras o agua 220 ml
- Leche o nata ligera
- Pimentón picante o dulce al gusto
- Perejil fresco
- Pimienta negra molida
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra 20 ml
Cómo hacer crema fría de calabacín y aguacate
- Tiempo total 10 m
- Elaboración 10 m
Pelar el aguacate, retirando el hueso, y trocear. Pelar ligeramente el calabacín y cortar en medias lunas. Trocear el apio y picar el diente de ajo, retirando el nervio central. Trocear el pimiento verde desechando las semillas y los filamentos internos.
Colocar todos los ingredientes en una picadora o procesador de alimentos. Si no nos cabe todo de golpe, triturar primero el aguacate con el calabacín e ir incorporando los demás. Triturar muy bien y añadir el resto de ingredientes, ajustando las cantidades al gusto.
Continuar triturando, removiendo un poco, hasta conseguir la textura deseada, suave y homogénea. Enfriar hasta el momento de servir junto con unas gotas de aceite de oliva virgen extra y guarnición al gusto.
Con qué acompañar la crema fría de calabacín
Esta crema fría de calabacín se puede servir como primer plato, en vasitos de aperitivo o como una buena ración para una cena ligera sin más complicaciones, añadiendo si acaso huevos duros picados, o unos garbanzos crujientes por encima. Es un plato nutricionalmente muy interesante, nada pesado y lleno de vitaminas y con grasas saludables.
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