La pasta, no sólo una excelente fuente de energía


La pasta es sin duda uno de los ingredientes más sencillos y populares en la cocina, pero al mismo tiempo, es un alimento que generalmente agrada a todos y por ello, forma parte de multitud de recetas. Habitualmente pensamos en pasta como una gran fuente de calorías, cuando en realidad, la pasta es mucho más que una excelente fuente de energía.

Los nutrientes de la pasta

La asociación de pasta con energía se debe a que el nutriente principal de este alimento son los hidratos de carbono, y son éstos los que deben aportar la mayor parte de energía en nuestra dieta. Y si bien al consumir pasta estamos brindando al cuerpo energía que no tiene alto costo de digestión, la pasta es mucho más que hidratos y calorías.

Si analizamos nutricionalmente una porción de pasta, es decir, unos 90-100 gramos en seco o 200 gramos en cocido, encontraremos que las calorías que nos ofrece no son muchas, pues estamos hablando de unas 340 Kcal de una comida, pero además de esto, se puede ver claramente que la pasta nos ofrece gran cantidad de hidratos complejos, es decir, no de azúcares, sino de almidón principalmente.

Además, la pasta nos ofrece proteínas, muchas veces derivada del trigo únicamente y en otras ocasiones, dependiendo de la preparación, derivada del huevo que se añade como ingrediente.

La pasta no posee colesterol y casi no posee grasas, por lo que podríamos entonces derribar el falso mito que dice que la pasta engorda, pues perfectamente la pasta puede formar parte de una dieta de adelgazamiento e incluso puede ser consumida por quien padece diabetes, porque si bien la pasta aporta muchos hidratos que en el organismo se transforman en glucosa, podemos reducir la velocidad con que se eleva la glucemia o lo que es igual, disminuir el índice glucémico de la preparación con pasta.

No podemos olvidar que en una porción generosa de pasta  de 100 gramos también encontramos unos 5 gramos de fibra y micronutrientes importantes para el organismo, entre los que destacan minerales como el calcio, magnesio, potasio, fósforo y selenio; y vitaminas del complejo B que favorecen el metabolismo de hidratos de carbono y permiten un buen funcionamiento del sistema nervioso.

Como podemos ver, la pasta es mucho más que una excelente fuente de energía y por ello, debemos incorporarla a nuestra dieta si queremos cuidar la salud mediante una alimentación nutritiva y agradable al paladar.

La pasta en relación con la salud

La pasta siempre ha sido maltratada por nosotros, sobre todo por asociar su consumo a la energía que aporta únicamente, pero ya hemos dicho que las calorías que nos brinda un plato de pasta no son muchas y que si bien eleva la glucosa en el organismo si la consumimos al dente, reduciremos este efecto así como nos mantendremos saciados por más tiempo, pues de a poco se incrementará el combustible en nuestro cuerpo.

Por otro lado, si buscas adelgazar conservando el buen humor, es recomendable no eliminar las pastas de la dieta, ya que cuando existen hidratos nuestro cerebro se mantiene feliz mientras que si erradicamos el pan, pastas y cereales, prontamente la dieta será insostenible, peligrosa y causará irritabilidad y mal humor en nosotros.

La pasta por ser fuente del principal sustrato energético de nuestro cerebro se requiere en una dieta saludable, y además, puede ser de gran ayuda para los deportistas, para consumir antes y después de entrenar porque ayuda a reponer reservas de energía rápida en nuestro cuerpo.

Por otro lado, la pasta no requiere mucho trabajo digestivo si se consume una versión refinada y puede ser de ayuda para quienes tienen problemas digestivos. Por otro lado, si se padece diabetes y se busca que no se metabolice tan fácilmente sus nutrientes, lo recomendable es consumir pastas integrales o asociarlas a alimentos más difíciles de digerir, por ejemplo: pasta con vegetales.

Como hemos dicho, en nuestra dieta la mayor parte de la energía debería derivar de hidratos de carbono complejos, como los que posee la pasta, así como el pan, cereales, arroz y otros derivados de harinas. Entonces, la pasta tiene un lugar en una dieta saludable y equilibrada, y si queremos adelgazar comiendo hidratos para conservar el equilibrio en la dieta y el buen humor así como la salud en el organismo, podemos consumir preparaciones con más fibra a base de pasta integral, sumar vegetales y no adicionar muchas grasas a las salsas que acompañen pastas.

La pasta es como podemos ver, un ingrediente apto para todo público, incluso para celíacos en los cuales se puede elaborar pasta a base de harinas sin gluten. Asimismo, se trata de un alimento económico, sano, nutritivo y muy versátil que puede conformar una ensalada, un guisado, un salteado u otra preparación.

Por todas estas razones, no debemos eliminar al pasta de nuestra alimentación.

Algunas recetas a base de pasta sabrosas, ligeras y nutritivas que demuestran que la pasta es muy saludable y que ofrece mucho más que energía son:


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Imagen | Christian Cable, y Cristiano Betta

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