Las mandocas venezolanas son un clásico del estado Zulia y muy queridas en Maracaibo. Si nunca las probaste, imagínate unas rosquillas como las que conocemos en España, pero más jugosas gracias al plátano macho y con ese contraste dulce-salado que tanto gusta en Venezuela. Se fríen hasta que quedan bien doraditas y se suelen comer en el desayuno o en la merienda.
Lo bueno de esta receta es que no lleva una tonelada de azúcar. Hay versiones en internet mucho más dulces, pero en realidad con el propio plátano y un poco de papelón (lo que en Venezuela llaman a la panela) ya tienes el punto justo.
Ingredientes y detalles de la masa de mandocas
Las mandocas se preparan con plátano macho bien maduro, de esos que ya tienen la piel ennegrecida y que son mucho más dulces. A la masa se le añade harina de maíz precocida, la misma que se usa para las arepas. Otro ingrediente clave es el queso, que en Venezuela suele ser llanero o costeño, siempre duro y salado, aunque fuera del país se puede sustituir por feta, mozarella o manchego curado. Lo importante es que contraste con el dulzor del plátano.
Para dar un toque de dulzura natural se utiliza papelón, que no es otra cosa que la panela. Finalmente, muchas recetas llevan anís en grano, que no es imprescindible pero sí muy tradicional. Todos estos ingredientes son fáciles de encontrar en supermercados grandes, en tiendas latinas o, si no, siempre se pueden pedir por internet.
Ingredientes
- Plátano macho muy maduro 2
- Harina de maíz precocida blanca o amarilla, tipo PAN. 120 g
- Queso rallado Llanero, costeño, feta, mozarella, manchego. 130 g
- Panela 50 g
- Agua 60 ml
- Anís en grano opcional 5 g
Cómo hacer Mandocas venezolanas
- Tiempo total 1 h
- Elaboración 1 h
Primero hierve los plátanos durante unos quince minutos, hasta que estén blandos. Tritúralos y haz un puré. Aparte, disuelve la panela en agua caliente con un poco de anís y deja que se enfríe. En un bol mezcla el puré de plátano con la harina de maíz, el queso rallado, el anís y el agua con papelón. Amasa hasta que tengas una mezcla suave y que no se quiebre; si ves que se seca demasiado, agrega un chorrito más de agua.
Para darles forma, lo más cómodo es pesar la masa y dividirla en porciones iguales. Yo la dividí en diez piezas de unos 60–65 g cada una, aunque entre 50 y 70 g es un tamaño perfecto. Con cada porción haces una bola, la ruedas sobre la mesa hasta formar un cilindro y unes las puntas para tener el clásico aro de mandoca. Luego solo queda freírlas en abundante aceite caliente hasta que estén bien doradas y crujientes. Quedan mucho más ricas con ese punto tostadito.
Con qué acompañar las mandocas
Las mandocas se comen mejor recién hechas, con un poco más de queso rallado por encima. En Venezuela se acompañan casi siempre con café, aunque también son muy típicas con chocolate caliente. Algunos les ponen mantequilla al lado o un trozo extra de queso duro. Lo que nunca falta es ese contraste entre lo dulce del plátano y el papelón, y lo salado del queso.
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