Los platos de pasta pueden ser rápidos, simples, buenos para la salud, nutritivos y variados. Porque además de ser una buena fuente de energía para el cuerpo, nos da variedad en la cocina. Ya sean unos simples espaguetis con aceite de oliva, ajo y pimentón o una elaborada lasaña rellena de carne, de berenjena o de varias verduras, la pasta es siempre un plato triunfador.
La propuesta de hoy, por ejemplo, con salsa de calabaza no es la excepción. Una receta que lo tiene todo: es sencilla, lleva pocos ingredientes y tiene un equilibrio dulce y salado exquisito. En busca de más inspiración, hay una selección de recetas fáciles de pasta para hacer cuando apenas hay 15 a 20 minutos disponibles en la cocina.
Ingredientes
- Espaguetis 150 g
- Calabaza 150 g
- Cebolla blanca 1
- Leche o nata líquida para cocinar 50 ml
- Levadura nutricional opcional 15 g
- Nuez moscada molida pizca
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo hacer espaguetis con salsa de calabaza
- Tiempo total 25 m
- Elaboración 10 m
- Cocción 15 m
Cocer la pasta siguiendo las instrucciones del paquete.
Cortar finamente la cebolla y en una sartén, pochar con unas cucharadas de aceite hasta dorar. Mientras, tomar la calabaza, quitar la piel y cortar en cubos pequeños para luego cocer en una olla con agua, sal y una hoja de laurel.
Una vez que ambas verduras estén tiernas, llevar al vaso de la batidora y triturar los trozos de la calabaza cocida y la cebolla junto a la mitad de la leche hasta tener una salsa homogénea y anaranjada. Condimentar con la levadura nutricional, la nuez moscada y la sal.
En la misma sartén donde se pocho la cebolla, volcar la mezcla y agregar el resto de la leche para aligerar la salsa. Por último, verter en la sartén la pasta ya cocida y revolver para integrar. Servir en caliente.
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Con qué acompañar los espaguetis con salsa de calabaza
Los espaguetis con salsa de calabaza se disfrutan aún más al instante a temperatura con unas cucharadas de rawmesan o queso duro en escamas por encima. Solo nos queda disfrutarla con la mejor de las compañías posible junto a un buen vino blanco y un helado de vainilla, chocolate o de dulce de leche de postre.
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