Gastar un poco más en un frigorífico te ahorrará dinero durante años

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Cuando el ingeniero francés Charles Tellier ideó la primera máquina frigorífica industrial en 1858 para producir hielo de forma artificial, no se imaginó que su invento, luego llevado al ámbito doméstico, se acabaría convirtiendo en un aparato imprescindible en las cocinas modernas.

El frigorífico no solo permite conservar los alimentos en condiciones óptimas y durante más tiempo, sino que es la base de la economía de buena parte de los hogares. A la hora de hacer la compra y ante precios interesantes, muchos consumidores optan por adquirir los productos con antelación pensando “esto lo congelo para la semana que viene” o “bueno, lo cojo ahora y en el frigorífico me aguanta”. Incluso solo por ahorrarse el tener que hacer varios viajes a la tienda, suelen hacer acopio de alimentos frescos a sabiendas de que su nevera responderá.

Por ello, si tienes previsto comprar próximamente un frigorífico, es aconsejable, en líneas generales, decantarse por aquellos que ofrezcan una mayor capacidad de almacenaje y garanticen la correcta refrigeración y congelación de los alimentos por un periodo más largo. Esta decisión no solo supone un ahorro de tiempo y dinero, sino que también contribuye a nuestra salud, pues esta clase de aparatos ayudan a preservar las cualidades organolépticas de los alimentos –las relacionadas con los sentidos: sabor, aroma, etc.– y las nutricionales.

Capacidad y eficiencia

Liebherr Biofresh

La oferta de frigoríficos con estas características en el mercado es amplia, y en ella encontramos la nueva gama de frigoríficos y congeladores BluPerformance de Liebherr. En ellos, la tecnología de frío está integrada de forma compacta en el zócalo del aparato, de modo que queda más espacio para el almacenamiento de los alimentos. Según Liebherr, así aumentaría hasta en un 20%.

Por otro lado, debemos tener en cuenta que el frigorífico suele ser el único electrodoméstico que permanece encendido las 24 horas del día. De modo que otro de los aspectos fundamentales a la hora de comprar uno es tener en cuenta su eficiencia energética. La práctica totalidad de los electrodomésticos que se venden en la actualidad llevan aparejada la etiqueta A, pero existen varias clases en este grupo: A, A+, A++, A+++ y A+++/-20%, siendo estas últimas las más eficientes. Elegir un frigorífico de esta categoría nos supondrá un ahorro importante en la factura de la luz.

Tecnología y conservación

Las prestaciones con que cuentan a día de hoy muchas de las gamas de frigoríficos del mercado están destinadas, esencialmente, no sólo a hacernos la vida un poco más fácil sino también a que los sistemas de conservación sean lo más eficiente posible, sobre todo en lo que a la conservación propiamente dicha se refiere.

En el caso de Liebherr, además de ser No Frost –sin la obligación de descongelar la nevera al menos una vez al año– y DuoCooling –con dos circuitos de frío regulables de forma independiente, para congelador y frigorífico–, cuentan con la tecnología Biofresh. Se trata de un compartimento con control de temperatura y humedad que permite que alimentos frescos como las frutas y verduras se mantengan en condiciones óptimas durante más tiempo.

Recuerda que la temperatura del frigorífico debe oscilar entre los 2 y 4 grados centígrados, mientras que la del congelador debe alcanzar los 18 grados bajo cero. En cuanto a los tiempos aproximados de conservación de los alimentos, suelen ser de un día para el pescado fresco y la carne picada; de 2 a 3 días para la carne cruda y de 4 a 5 días para las verduras. El tiempo de conservación de las frutas dependerá de la variedad, desde las más perecederas como las fresas hasta otras bastante más duraderas como las manzanas o las naranjas. En el caso del congelador, los alimentos pueden permanecer varios meses.

Diseño y comodidad

Liebherr Pantallatactil

Hay otros detalles que suelen obviarse pero resultan fundamentales. ¿El frigorífico emite un molesto ruido, más perceptible por la noche? ¿Resulta cómodo a la hora de limpiarlo? Son cuestiones que no debemos perder de vista a la hora de plantear la compra de nuestro frigorífico, aunque parezcan baladíes. Con el tiempo verás que tienen su importancia.

En un mundo cada vez más visual y táctil, los frigoríficos que incorporan pantallas exteriores, integradas en la puerta del aparato nos hacen la vida más fácil. Pueden contar con programas preestablecidos, sencillos de usar, pensados para alcanzar el máximo rendimiento o para activar en caso de irse de vacaciones. Además, algunos también informan del mejor almacenamiento en función de los tipos de alimentos, durante cuánto tiempo se han de conservar y cuál es su contenido vitamínico y mineral.

Como vemos, comprar un frigorífico debería ser una decisión racional, meditada y analizada, y en ningún caso impulsiva. Y siempre viendo el gasto inicial como una inversión a largo plazo que permitirá ahorrar dinero a lo largo de la vida útil del aparato.

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