Cómo un robot de cocina simplificó mi vida, palabra de celíaco

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Hace 19 años que a mi amiga Susana M.A. le diagnosticaron celiaquía. Tenía 27 años. No fue un proceso fácil, ya que no presentaba los síntomas habituales. Fueron meses de muchas pruebas y pasó cierto tiempo hasta que se estabilizó y pudo retomar su día a día.

¿Retomar? Hasta cierto punto, porque una persona celíaca siempre permanece alerta: el gluten puede estar en el alimento  e, incluso, objeto más insospechado, con la contaminación cruzada como peor enemigo.

Acompañamos a Susana durante un día entero y experimentamos en primera persona cómo vive una persona celíaca. Hacemos la compra, cocinamos con la ayuda de un robot, salimos a cenar fuera y aprendemos sus trucos... ¡Toda una experiencia!

Primera valla: desayunar fuera de casa

Quedamos a desayunar juntas para organizar el día. Nos citamos en una cafetería. Es la hora del desayuno y la barra está llena de bollería: magdalenas, croissants, churros, donuts...

Mientras nos pensamos qué comemos, pedimos dos cafés con leche. El detalle de la casa es ponerte una galletita, pero, ¡ay! la han puesto encima del plato y de la cucharilla, por lo que Susana tiene que pedir que le cambien ambos objetos, primera aparición de la contaminación cruzada del día.

Sin Gluten

Pregunto si hacen tostadas y, así es, por lo que me decanto por una tostada con aceite. Susana pregunta si tienen pan sin gluten, magdalenas o galletas. La respuesta parecía obvia a la vista del mostrador: "Lo lamentamos, no tenemos nada sin gluten".

Ella, que tras tantos años está muy preparada, saca de su bolso un paquete de papel de aluminio y descubre una magdalena, así que, problema resuelto.

Y es que Susana hornea sus propias magdalenas una vez cada quince días. Los bizcochos y magdalenas congelan muy bien y, sobre todo, descongelan muy bien. No le cuesta nada preparar en su robot de cocina ChefBOT la masa, quince minutos de horno y... voilà, dos docenas de estupendas magdalenas listas!

Cómo cocinar para toda la familia

Una pregunta frecuente que se le suele hacer a una persona celíaca, o a su entorno, es si comen todos lo mismo. La respuesta también suele ser  siempre la misma: depende.

Preparar croquetas con y sin gluten resulta complicado y farragoso, así que, en su casa, todas las croquetas son sin gluten. En cambio -como luego veremos- preparar un plato de pasta cuesta el doble para una persona celíaca, así que en su casa cocinan los dos tipos de pasta por separado y luego cada uno se añade la salsa.

La organización en la cocina y en la mesa es fundamental. En su casa  el pan no está encima del mantel de la mesa, sino en un cesto. Cuando compran el pan de trigo y llegan a casa, lo primero que hacen es ponerlo en una bolsa de tela. A la hora de sacarlo a la mesa, se corta en la cocina siempre encima de la misma tabla y se pone en un cesto. El cesto se pasa de mano en mano, no los trozos de pan, para evitar que caigan migas y la temida -de nuevo- contaminación cruzada.

Un carrito de la compra que cuesta el doble

Comprar Celiacos

Frente a lo que ocurría hace quince años, los productos sin gluten no sólo han mejorado muchísimo, sino que, además, se han multiplicado considerablemente.

A la hora de hacer la compra, elegimos un supermercado que tiene una gran variedad de productos sin gluten y comparamos precios. Mientras que un paquete de espaguetis de trigo de medio kilo cuesta 0.69€, uno sin gluten cuesta 1.59€; es decir, más del doble.

Como la gama de harinas sin gluten ha aumentado,  la mayoría de celiacos prepara en casa alimentos como el pan, galletas, pizza, magdalenas... En su elaboración, un robot de cocina les ahorra tiempo y esfuerzo

Aprovechando que estamos en el "super", Susana compra colines. Como los gramajes de los paquetes son distintos, haremos la comparativa por precio/kilo. Mientras que los colines normales cuestan 1.80€/kilo, los colines sin gluten cuestan 16€/kilo. En este caso, la diferencia es de más del 900%.

Como la gama de harinas sin gluten también ha aumentado considerablemente, Susana como la mayoría de celiacos prepara en casa ciertos alimentos, como el pan, la masa de pizza, galletas, magdalenas... Un robot de cocina, como nos cuenta, les ahorra tiempo y esfuerzo.

De hecho, lo que les suele llevar a comprar un dispositivo como los ChefBOTs es la necesidad de cocinar frecuentemente para evitar productos procesados. "El producto en sí puede que no lo tenga, pero por su manipulación o envasado lo puede tener. Otra vez la contaminación cruzada", nos recuerda Susana.

Pasta con salsa boloñesa

Salsa boloñesa

Llegamos a casa y va a ser la hora de comer. Nos hemos decantado por una pasta con salsa boloñesa.

Estamos tan entretenidas que no nos apetece estar pendientes de las ollas, así que preferimos que sea el robot de cocina ChefBOT el que nos prepare la salsa boloñesa, nos irá indicando paso a paso qué necesita. Al mismo tiempo pondremos a cocer la pasta y, entre que rompe a hervir el agua y se cuece, tendremos lista la salsa. En poco más de 20 minutos habremos preparado un estupendo plato de pasta a la boloñesa.

Cuando tu anfitrión se olvida de que eres celíaco

Mientras disfrutamos de la comida, Susana pone a cocinar en el robot un arroz con leche. Esta noche vamos a cenar a casa de nuestra amiga Raquel y, aunque en el menú ha tenido en cuenta que no hubiera ningún alimento con gluten, se le ha escapado en el postre.

Así que lo va preparando para que le dé tiempo a que se enfríe hasta la noche. La verdad es que el robot de cocina borda estos platos.

ChefBOT: cuando menos es más

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La primera cuestión que nos solemos plantear, por muy grande que sea nuestra cocina, es: ¿dónde pongo yo mi ChefBOT? Una vez que le encontramos su sitio, bien a mano -por cierto- y comencemos a usarlo, nos daremos cuenta que no necesitamos muchos de los utensilios, herramientas y electrodomésticos que tenemos en nuestra cocina. El robot de cocina ChefBOT, además de cocinar, pica, bate, amasa, muele, tritura, monta y emulsiona. Por lo que, al final, ganamos en todo: espacio en la cocina, tiempo para otras actividades y estupendos platos.

Consulta el catálogo de robots de cocina ChefBOT y elige el que más se amolde a tus necesidades. Cocinar nunca volverá a ser tan sencillo.

Imágenes: IKOHS e iStock/lolostock / Olha_Afanasieva

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