¿Somos hoy más exigentes que antes con lo que consumimos? Desde luego, cada vez son más las personas que revisan a fondo el etiquetado, la composición y el origen de los productos a la hora de hacer la compra. Pero esto no es ninguna moda pasajera ni responde a ninguna dieta específica, sino que es la evidencia de que los compradores están ahora más informados que nunca.
Y es que el cuidado de nuestra salud y el desarrollo de la economía y del entorno natural están directamente relacionados con la forma en la que nos alimentamos. Al fin y al cabo, al preparar un guiso con garbanzos de proximidad, no solo nos aprovechamos de las proteínas y los múltiples nutrientes de esta legumbre, sino que se elimina la huella de carbono que supone importarlos desde el extranjero y se garantiza el futuro económico al productor que los trae hasta nuestra mesa.
Pero si hay un tipo de producción que suponga un beneficio a todos los niveles es la de los alimentos ecológicos. Una categoría que ha pasado de ocupar apenas algunos estantes en los mercados a tener varios pasillos dedicados en exclusiva a ellos en las grandes superficies. De la mano de Alimentos de España, revisamos por qué cada vez más personas se decantan por este tipo de productos y cuáles son sus beneficios reales.
Sin elementos químicos
Desde el comienzo de la pandemia de la COVID-19, se ha producido un incremento en la venta de los productos ecológicos. Esto nos da bastantes pistas sobre cómo los compradores conciben este tipo de alimentos, al producirse sin el uso de productos químicos de síntesis ni de organismos modificados genéticamente.
Cuidado del medio ambiente
Los alimentos ecológicos abordan la sostenibilidad desde varios puntos diferentes, pues entre sus objetivos se encuentra el contribuir a la protección del medio ambiente y del clima, a mantener la fertilidad de los suelos a largo plazo (mediante prácticas culturales cuidadosas y aplicando una fertilización regulada y basada fundamentalmente en elementos de origen natural), a procurar un alto nivel de biodiversidad, a través del uso de material genético vegetal diverso, y a evitar el uso de productos químicos de síntesis y de organismos genéticamente modificados...
Bienestar animal
Es frecuente relacionar los productos ecológicos con la alimentación vegetariana. No obstante, su campo de actuación va mucho más allá de la agricultura y afecta a otros ámbitos, como la ganadería y la acuicultura. Es, de hecho, un modelo que que aplica rigurosas normas de bienestar animal a base de regular aspectos cruciales como la densidad ganadera, las salidas al aire libre de los animales, las prácticas pecuarias, las características de los alojamientos, la alimentación con piensos generalmente ecológicos, los cuidados veterinarios, la calidad de las aguas en acuicultura, y todo lo necesario para el mantenimiento adecuado de los animales.
Desarrollo del entorno rural
Las condiciones naturales de nuestro país hacen que no solo seamos #ElPaísMásRicoDelMundo, sino también líderes europeos en producción ecológica
El consumo de productos ecológicos también es una forma de reconocer la importancia del entorno rural y de apostar por su futuro. Según algunos autores, la producción ecológica contribuye a fomentar el empleo, el desarrollo económico de zonas rurales y puede ayudar a evitar el despoblamiento. Incluso, en algunos casos, se ha logrado que pueblos vacíos hayan vuelto a la actividad a partir de proyectos de alimentación ecológica.
Transparencia
Para obtener el sello de la EuroHoja, que garantiza la integridad de un producto ecológico, los alimentos deben pasar por procesos minuciosos de calidad y trazabilidad, y sus productores estar sometidos a un estricto régimen de control desde antes de empezar la actividad, es decir, con un seguimiento que comienza desde que se ara la tierra y se planta la primera semilla, hasta que los frutos llegan a nuestra cesta de la compra. Y lo mismo para la ganadería o la acuicultura ecológica, que también se controlan desde el inicio de la actividad y durante toda la cadena alimentaria.
La obtención del sello es, precisamente, la mejor forma de comprobar que en todo el procedimiento ha habido un estricto control y una total y absoluta transparencia.
Variedad y sabores diversos
Las condiciones naturales de nuestro país hacen que no solo seamos #ElPaísMásRicoDelMundo, sino que también estemos entre los líderes europeos y mundiales por superficie en producción ecológica.
Gracias a ello, nuestra cesta de la compra puede presumir de ser una de las más variadas del mundo y, en todos los casos, a base de productos que, entre otros, incluyen verduras, frutas, carnes, huevos, pescados, lácteos, vino y otras bebidas, alimentos infantiles y muchos más que mantienen todo su sabor y que, además, responden a las exigentes normas del método de producción ecológico.
Productores comprometidos
Tan importante como saber el origen de los productos es también conocer la historia que hay detrás de ellos. En el caso de los alimentos ecológicos, casi siempre encontramos la de productores que apuestan por modelos sostenibles, que mantienen intactos sus principios y que saben que hay una forma diferente de entender el consumo. Es el relato de personas que tienen una larga relación con el entorno rural, que conocen la importancia de cuidar cada detalle y que saben que en su trabajo diario está la clave para un futuro más sostenible y económicamente viable.
¿Hay o no razones para pasarse a los alimentos ecológicos?
Imágenes | Alimentos de España - Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación