Si quieres prolongar la vida de tus alimentos, así debes organizar tu frigorífico

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El frigorífico es un electrodoméstico realmente útil que nos ayuda a conseguir un nivel de calidad de vida y un confort que difícilmente nos da algún otro. Para que haga su trabajo de un modo óptimo, nos ayude a ahorrar, a conservar la comida, e incluso a mantenernos sanos, es necesario que su interior esté ordenado. La posición de verduras, frescos, lácteos o bebidas es importante de cara a su duración.

La mayoría de nosotros tenemos claro que existe un orden dentro del frigorífico, pero más allá de _congelados al congelador_ o _huevos en las hueveras de las puertas_, desconocemos el lugar idóneo para que cada alimento se conserve a la temperatura adecuada y dure más tiempo.

En este artículo te damos algunos consejos para prolongar la vida de tus alimentos haciendo uso del frigorífico LG Instaview Door in Door, el primer frigorífico del mercado que incorpora en la puerta derecha un panel de cristal que se ilumina al hacer "toc-toc" sobre el mismo, de modo que podemos observar el interior y comprobar el estado de la comida sin necesidad de perder energía abriendo las puertas.

¿Dónde coloco cada producto? ¿Es importante el orden en el frigorífico para mantener frescos los alimentos?

Mantener un orden dentro del frigorífico es muy importante por varios motivos, que van desde la salud y conservación de los alimentos, al ahorro energético.

Evitar meter comida caliente, o andar abriendo y cerrando la puerta

Un consejo que suele darse de cara tanto al ahorro energético como la duración de la comida es el de no introducir comida caliente en el frigorífico. Por ejemplo, aquella que acabamos de cocinar. Por un lado, estaremos forzando el electrodoméstico con un extra de calor. Por otro, estamos gastando más energía. Además, hacemos que la comida caliente se enfríe muy rápido, y calentamos ligeramente la comida que ya estaba refrigerada, algo que no ayuda en la conservación de los alimentos.

Por el mismo motivo no se aconseja andar abriendo y cerrando las puertas constantemente, lo que repercute en calentar la comida del interior ligeramente cada vez que la exponemos al aire exterior. Con tecnología como Instaview podremos elegir lo que coger antes de abrir el frigorífico, reduciendo el tiempo de apertura, y gracias a la doble puerta Door in Door podemos dejar los productos de mayor uso, como los caprichos por los que solemos abrir el frigorífico, accesibles fuera del volumen principal del electrodoméstico. Esto beneficia al consumo, como mencionamos más abajo.

Eliminar o minimizar la contaminación cruzada

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Dentro de la primera, imaginemos que sacamos pescado o carne del congelador por la mañana para cocinarlo por la noche. Dejarlo sobre la encimera no es buena idea de cara a las bacterias, que aprovecharán el exceso de calor para multiplicarse, por lo que lo ideal es descongelarlo a baja temperatura en alguna balda, pero alejándolo de otros alimentos de consumo fresco para evitar la contaminación cruzada.

Es aconsejable aislar alimentos crudos de alimentos cocinados

Por lo tanto, es necesario aislar en la medida de lo posible esta comida (que luego calentaremos por encima de los 70ºC al cocinarla) para evitar que toquen alimentos como la lechuga o pimiento para la ensalada. La parte de abajo del frigorífico es perfecta para esta comida, ya que no tendrá ningún alimento sobre el que _caer_ por un descuido.

Una vez cocinada esta carne o pescado es aconsejable colocarla en la parte superior (y de nuevo en un tupper aislado), según María Blanch Rojo, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN-CSIC).

Las diferentes temperaturas del frigorífico nos ayudan a conservar los alimentos

Es importante, de cara a la durabilidad y frescor de los alimentos, colocar cada uno en el lugar adecuado. Los alimentos más frescos, como lácteos, yogur, queso, mantequilla, etc, deberían ir a temperaturas no demasiado elevadas (como los 8ºC) pero tampoco muy bajas (como los 0ºC). Depende de la temperatura a la que hayamos configurado el frigorífico, pueden ir arriba del todo o en las baldas centrales, donde rondan los 2 o 3ºC.

La mayoría de los fabricantes recomiendan una temperatura en el interior del frigorífico entre los 2ºC y los 8ºC, y de -24ºC y 16ºC para el congelador. El motivo por el que los vegetales de hojas verdes, frutas o verduras –así como otros alimentos crudos– suelan ir en los cajones inferiores del frigorífico, es para evitar que el frío excesivo les produzcan quemaduras. Así alargaremos su vida días e incluso semanas en función del tipo de alimento.

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Las baldas centrales son perfectas para colocar botellas de vino, para las que algunos frigoríficos, como el LG InstaView, vienen preparados con una balda especial sobre la que depositar hasta cuatro botellas; así como frascos de encurtidos, bricks sin abrir o tuppers con comida como pasta o legumbres.

Lácteos, verduras o refrescos tienen su lugar óptimo dentro del frigorífico

Este mismo frigorífico cuenta con una _UtilityBox_ a media altura para alimentos perecederos de poco tamaño, y un compartimento frontal y parcialmente aislado al que acceder a aquellos objetos que más nos hacen abrir las puertas, como el agua, algunos postres, las cervezas o refrescos, o las salsas (que siempre acabamos por coger una vez servida la mesa).

Con respecto a los alimentos envasados, se aconseja colocar aquellos que vayan a caducar antes en la parte frontal. Esto es válido también para productos perecederos los huevos. De este modo evitaremos tirar comida.

Patatas, tomates y manzanas, fuera del frigorífico

Hay un _truco_ o regla mnemotécnica que dice que «si en el supermercado no necesitaba frío, en casa tampoco». Por ejemplo, los sacos de patatas o los tomates no están refrigerados, aunque por algún motivo los incluimos en la lista de objetos del frigorífico, en el que solo es necesario que estén si han sido abiertos (y no durante mucho tiempo).

Con respecto a los tomates, el frío hace que pierdan su sabor, y las patatas deberíamos guardarlas junto a las manzanas porque la temperatura que necesitan es similar. Podemos encontrar más ejemplos para ordenar el frigorífico en la _Guía práctica para el consumidor: cómo reducir el desperdicio alimentario_.

Abrir las puertas constantemente, un gasto energético considerable

Lo hemos comentado desde el punto de vista de la durabilidad de los alimentos, pero abrir y cerrar la puerta del frigorífico también supone un gasto innecesario muchas veces. Aunque no lo percibimos como tal, supone un coste energético considerable. Cuanto más tiempo pase la puerta abierta, más habrá que invertir en volver a enfriar el aire que hemos dejado escapar. De modo que el objetivo del orden es saber dónde se encuentran los alimentos antes de abrir la puerta.

Abrimos el frigorífico 66 veces diarias, perdiendo energía

Para ayudar con este problema energético, LG ha desarrollado el LG InstaView Door in Door, un panel de vidrio que permite localizar de un vistazo el alimento que queramos sacar (reduciendo el tiempo de apertura del frigorífico), así como controlar qué hay y qué no hay dentro, facilitando la lista de la compra sin necesidad de hacer trabajar de más al electrodoméstico.

Al día abrimos la puerta del frigorífico cerca de 66 veces para acciones que van desde coger agua a sacar algo para picar, dejar la compra, hacer inventariado o preparar la comida. Podríamos ahorrarnos hasta 32 de ellas (48%) si sabemos qué alimentos tenemos dentro y si los que más usamos se encuentran en un compartimento independiente.

¿Cuántas veces abrimos la puerta solo para comprobar que tenemos suficientes yogures o verduras? Muchas abrimos el frigorífico solo para darnos cuenta de que el alimento lo tenemos en la fresquera, despensa o algún mueble de la cocina. O dejamos abierta la puerta unos segundos para coger una botella de agua, dejando escapar el frío, en lugar de hacer uso de tecnologías como la que incorpora la doble puerta Door in Door.

Como puede verse en la imagen, el cristal Instaview a través del cual podemos observar el interior del frigorífico haciendo "toc toc" sobre el mismo se enmarca en una segunda hoja, una segunda puerta, que permite su apertura para sacar los objetos que están en la vertical de este módulo. Botellas de agua, latas de cerveza, algunos postres... objetos que solemos sacar cada poco tiempo y que en frigoríficos clásicos nos hacen perder mucho frío de su interior.

Mantener el orden dentro del frigorífico nos ayuda a ahorrar, pero también a ser más responsables con el medio ambiente. Por un lado, hace que nuestra comida dure más, evitando tirarla; y por otro hace que gastemos menos energía en enfriar esos alimentos, evitando un importante impacto ambiental. En esta línea, el frigorífico LG Instaview cuenta con un compresor con 20 años de vida útil mínimos, lo que asegura no tener que cambiarlo en muchos años.

Sabiendo qué hay dentro de antemano, a través de la doble puerta Door-in-Door del LG Instaview, podemos abordar ambos enfoques de orden y ahorro a la vez. Algo que podemos saber simplemente _llamando_ ("Toc, Toc") a la puerta para encender su luz interior.

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