La Semana Santa está a la vuelta de la esquina, las calles se llenan de procesiones y las mesas de platos tradicionales que nos conquistan año tras año, con una característica en común: no contienen carne.
Una costumbre heredada del periodo de Cuaresma cristiano que se estableció en el siglo IV y va desde el Miércoles de Ceniza hasta el Jueves Santo. Aunque es precisamente el Viernes Santo, que se celebra el próximo 29 de marzo, el día que establece la Iglesia para practicar la abstinencia de carne, en recuerdo de la muerte de Cristo.
En aquella época, se consideraba el alimento más especial, y por eso renunciar a él tenía un componente de sacrificio, que hoy ha quedado algo diluido entre manjares como las torrijas o los buñuelos de bacalao. Sin embargo, mucha gente sigue manteniendo el mismo gesto, que combina fe, cultura y gastronomía, durante toda la semana.
Este año, además, le vamos a dar un giro creativo a los clásicos de siempre introduciendo un ingrediente que también tiene una tradición milenaria: el Grana Padano. Un queso delicado, fragante y versátil, capaz de transformar lo cotidiano en una auténtica exquisitez. Si buscas darle a tu recetario un toque diferente, toma nota.
1. Crema de garbanzos y espinacas con crujiente de Grana Padano
Aquí tenemos un buen ejemplo de cómo se puede conseguir un resultado espectacular reaprovechando uno de los platos más típicos de estos días. Solo tienes que seguir el paso a paso de la receta de garbanzos con espinacas, preparar algunas raciones de más y guardarlas en la nevera (máximo 3 o 4 días) o congelarlas.
Para la crema, metemos en una olla la base de garbanzos con espinacas, la cubrimos con un poco de agua o caldo de verduras y la llevamos a hervir para que se caliente todo. Después, trituramos todo con la batidora y rectificamos de sal.
Para acabar, coronamos con unos picatostes de pan tostado o frito, y los crujientes de queso, que no pueden ser más fáciles de preparar. Precalentamos el horno a 200 ºC, mejor si tenemos la opción de aire, y disponemos en una bandeja con papel vegetal unas capas finas de Grana Padano rallado, formando círculos. Introducimos unos 7 minutos, vigilando que no se quemen, y dejamos enfriar.
2. Croquetas de Grana Padano Reserva
Las croquetas de Semana Santa suelen ser, cómo no, de bacalao, pero esta alternativa de patata y Grana Padano reserva está igual de "libre de pecado" y es el paraíso de los que disfrutan con la cremosidad y el sabor intenso de este queso.
La receta publicada en la web del consorcio de Grana Padano se hace al horno y es tan sencilla como deliciosa. Se recomienda hacer una cantidad importante, porque vuelan de la mesa.
3. Bacalao rebozado con alioli de Grana Padano
Es el pescado estrella de la Semana Santa y lo encontramos en diversas preparaciones. En esta receta nos quedamos con una de las más populares, el rebozado, en una versión más ligera que el típico orly de los soldaditos de Pavía, y con un gratinado de alioli de Grana Padano que la sube a nivel chef.
Ingredientes para 4 personas:
- 500 g de bacalao fresco
- Harina de trigo o de garbanzo
- Sal y pimienta
- Medio diente de ajo picado
- 100 g de mayonesa
- 50 g de Grana Padano en polvo
- 1 chorrito de zumo de limón
- 1 cucharadita de miel (opcional)
Corta el bacalao en porciones, sécalo con un paño o papel de cocina y salpimienta al gusto. Después, pasa cada una de las piezas por harina, sacudiendo el exceso y fríelas en una sartén con aceite bien caliente hasta que estén doradas.
Mientras, en el vaso de la batidora, mezcla la mayonesa, el ajo picado, el Grana Padano y el zumo de limón, y remueve hasta conseguir una textura suave y homogénea.
Escurre el exceso de aceite de los trozos de pescado con un papel de cocina, y colócalos en una bandeja de horno con papel vegetal. Cubre el bacalao con el alioli de queso y gratina bajo el grill hasta que la superficie se dore ligeramente. Por último, si te gusta el contraste dulce y salado, puedes agregar un chorrito de miel justo antes de servir.
4. Sopa de ajo con tostada de Grana Padano gratinado
Para esas noches que todavía son un poco frías, nada como una reconfortante sopa de ajo. La receta tradicional de sopa castellana se prepara en Semana Santa sin chorizo ni jamón, y con un caldo vegetal.
En nuestra variación quesera, también vamos a sustituir el huevo que se añade al final por una tostada de Grana Padano. Cortamos unas rodajas anchas de pan, las untamos en mantequilla por ambos lados, rallamos el queso encima y horneamos a 180 ºC hasta que esté gratinado. ¡Pura felicidad!
5. Buñuelos de bacalao con corazón de Grana Padano
Un aperitivo que no puede faltar en la mesa son los famosos buñuelos de bacalao. El truco para que queden crujientes está en preparar la receta de forma tradicional, dejando enfriar la masa al menos una hora en la nevera, pero también le vamos a añadir un corazón de queso para que sean todavía más sabrosos.
¿Cómo? Cuando hagas las bolitas de los buñuelos, introduce dentro un dadito de Grana Padano, y a freír. Éxito asegurado.
6. Huevos de vigilia rellenos de Grana Padano y mousse de hierbas
Otro entrante que no falla en Semana Santa son los huevos de vigilia, que consisten en unos huevos cocidos rellenos de cualquier cosa que no sea un producto cárnico. Lo más común es encontrarlos de atún y mayonesa, pero si quieres una opción más original y riquísima, prueba esta receta con Grana Padano y mousse de hierbas.
Ingredientes:
- 8 huevos duros
- 100 g de Grana Padano rallado
- Hierbas frescas (tomillo, albahaca, cebollino...)
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de yogur griego
- Cúrcuma
- Sal y pimienta
Mezcla las yemas de los huevos (previamente cocidos) con el Grana Padano rallado, el yogur griego, un chorrito de aceite de oliva, las hierbas frescas y una pizca de cúrcuma.
Salpimienta al gusto y remueve todo en una batidora de mano o de vaso hasta que quede una mezcla cremosa y uniforme. Rellena los huevos usando una cucharilla o una manga pastelera, y sírvelos fríos adornados con alguna hoja fresca de las que hayas utilizado.
7. Falsas hojuelas o raviolis fritos de Grana Padano
Esta receta es un trampantojo de las típicas hojuelas que se comen de postre estos días. Una masa frita que se endulza añadiendo miel de la que vamos a imitar la forma, aunque dándole un sabor muy distinto.
La elaboración lleva algo de tiempo, pero el efecto wow que causa entre los invitados, merece la pena. Preparamos los raviolis de ricotta, habas y Grana Padano Reserva siguiendo la receta de la web de Grana Padano, pero en lugar de cocerlos en agua hirviendo, los freímos en abundante aceite muy caliente y los secamos con un papel de cocina.
Si queremos mantener un punto dulce, podemos servir con alguna mermelada de higos o tomate para salsear, pero por sí solos ya están riquísimos.
8. Pa torrat con ajo, romero y Grana Padano
Si algo caracteriza a la cocina de Semana Santa es la sencillez. ¿Puede haber un plato más simple y rico que unas rebanadas de pan tostadas con ajos asados? Pues en eso consiste el pa torrat, una receta de Alicante que se suele consumir con bacalao, pero que admite todo tipo de acompañamientos.
Cocinamos al horno una cabeza de ajos entera, durante unos 10 minutos a 180ºC, y en el último momento añadimos las rebanadas de pan a la bandeja (de hogaza o baguette), vigilando que no se quemen. Retiramos, repartimos sobre el pan los dientes de ajo asados y machacados, queso Grana Padano rallado al gusto y unas ramitas de romero fresco.
Metemos el pan de nuevo al horno, con calor por arriba, hasta que el queso se gratine, y ya tenemos nuestro pa torrat a la italiana.
9. Hornazo con queso Grana Padano
Esta receta lleva carne, por lo que está reservada para el Domingo de Resurrección, el Lunes de Pascua y el de Aguas (a la semana siguiente), los días en que la restricción termina y podemos disfrutar de este festín para el paladar.
Incorporar el queso Grana Padano a la receta tradicional de hornazo salmantino no tiene ningún misterio. Solo hay que añadir una capa de lascas finas de queso antes de cerrar la masa para hornear. Un pequeño cambio que hace una gran diferencia, prepárate para vivir un amor al primer bocado.
10. Torrijas con helado de Grana Padano
Para terminar, no podía faltar el postre y merienda por excelencia de la Semana Santa: las torrijas. Un dulce que parece inmejorable hasta que lo pruebas en esta versión con helado de Grana Padano.
Lo único que necesitamos es seguir la receta de siempre de las torrijas de leche, y un poco de previsión para tener el helado preparado del día antes.
Ingredientes para el helado de Grana Padano:
- 400 ml de nata para montar
- 100 g de Grana Padano en polvo
- 2 claras de huevo
- 20 g de glicerina vegetal (para ayudar a evitar la cristalización)
Calienta la nata a fuego medio-bajo y añade el Grana Padano en polvo. Después de enfriar, coloca la mezcla en el congelador unos 15 minutos antes de montar. Para montar, usa unas varillas eléctricas o manuales, batiendo hasta que la mezcla espese y forme picos suaves.
Por otra parte, bate las claras de huevo a punto de nieve con una pizca de sal. Después, incorpora suavemente la crema de Grana Padano montada, asegurándote de que la mezcla quede homogénea. Métela en el congelador y remueve cada dos horas durante las primeras horas de congelación, para evitar que cristalice. Antes de servir, deja el helado unos minutos a temperatura ambiente.
Al emplatar, añade una bola de helado de Grana Padano a cada torrija (o cada dos si son pequeñas) y disfruta de las sonrisas de tus comensales cuando la prueben. No puede haber mejor broche de oro en una comida familiar.
Fotos | Grana Padano | Unsplash - Dana DeVolk | Shutterstock - Daniel Megias, Mariontxa, Gabriel Dominella, Alp Aksoy, BearFotos, mujijoa79
Ver 0 comentarios