Un biólogo mejicano descubre cómo modificar las tomateras para que produzcan tomates más resistentes a la sequía.
Bueno, ya sé que no os vais a poner a salivar con este post, pero a mí me ha parecido una noticia de cierto alcance: no sólo podrán paliar las hambrunas de ciertas zonas de nuestro planeta, que ya sería motivo más que suficiente para alegrarnos de tamaño descubrimiento, sino que ayudarán a controlar otro tipo de plagas contemporáneas como la deforestación.
El hallazgo consiste en modificar genéticamente la planta para que tenga un uso más eficiente del agua que recoge sin sufrir daños. Además, parece ser que tratarán de exportar el invento a otras plantas de interés alimenticio para que también puedan sobrevivir y producir en condiciones extremas.
Ya sólo hace falta saber cómo repercutirá todo esto en el sabor y la calidad del producto, esperando por supuesto que de ninguna manera tenga efectos nocivos de ningún tipo.
VIA l EL MUNDO
