Barcelona es una ciudad plagada de símbolos. Una urbe marcada por la diversidad y la riqueza arquitectónica. Viajar hasta este rincón de la península nos regalará la oportunidad única de conocer monumentos de la talla de la Sagrada Familia o el Parque Güell, pero, además, Barcelona es una ciudad con una gastronomía envidiable.
Platos sencillos elaborados con ingredientes de gran calidad, deliciosas especialidades marcadas por una gran tradición e innovadoras propuestas creadas por los mejores chefs del mundo. Te mostramos algunas propuestas que puedes maridar con la cerveza Alhambra Reserva Roja de Cervezas Alhambra.
Cerveza Extra con matiz rojizo, intensa y de espuma consistente, Alhambra Reserva Roja nace para ser disfrutada con calma, como la mayoría de los platos de la cocina catalana. Cervezas Alhambra asegura que está hecha para disfrutar a través del cristal de una copa de tulipa, despacio, pero con ritmo. Una buena combinación, por tanto, para maridar algunos de los platos más internacionales de esta cocina.
Verduras en la mesa
La gastronomía de Barcelona cuenta con una larga tradición. No obstante, y aunque las influencias de otras partes del mundo son más que evidentes, el rasgo más característico de la misma es su vinculación a la cocina mediterránea. Así, ingredientes como las verduras y las hortalizas están más que presentes en sus platos.
Una muestra de la importancia de las verduras en las recetas de la ciudad es, por ejemplo, la esqueixada de bacallá. Además del ingrediente estrella, el bacalao, este plato cuenta con pimiento verde, pimiento rojo, tomate, cebolla, aceitunas negras, sal, aceite y vinagre. Un amplio repertorio de sabores que posicionan a esta tradicional ensalada como plato fundamental en cualquier menú degustación en Barcelona.
Otra apuesta segura es la escalibada, un plato elaborado a base de pimiento, cebolla, tomate y berenjena. En esta ocasión, las verduras se asan, a la parrilla o en el horno. Una vez cocinadas se pelan y despepitan, se cortan a tiras y se aderezan con aceite de oliva, sal y ajo picado.
El mejor maridaje para platos a base de verduras, aderezados con vinagre y ajo, es, sin lugar a dudas, la cerveza. Estos platos demandan una cerveza suave, ligera y fresca, capaz de mitigar los componentes ácidos de estos ingredientes y degustar las notas y aromas que en ocasiones deforman otras bebidas alcohólicas como el vino. Alhambra Reserva Roja es una cerveza intensa pero ligera, idónea para climas calurosos como el de Barcelona y muy interesante para poder limpiar suavemente el paladar de estos matices ácidos.
Apuestas seguras para tus entrantes
Como es de esperar, igual que sucede en otras regiones y ciudades del país, en Barcelona hay platos que han sabido traspasar las fronteras, siendo así las recomendaciones más apreciadas y conocidas. El pan con tomate, por ejemplo. Sencillez y sabor en forma de rebanada de pan, con tomate maduro restregado y aliñado con sal y aceite de oliva. Ajo restregado previamente y una buena cerveza para dar el toque de gracia. Sin duda éxito asegurado.
El pan con tomate demanda en su maridaje cervezas ligeras, para poder captar el equilibrio de este bocado ácido/salado. La condición lagger de Alhambra Reserva Roja parece encajar sin problemas en este perfil, aportando, además, notas de cereal tostado y manzana verde en su aroma.
Mención especial merecen los calçots, un manjar al que pocos se resisten. El nombre hace referencia a una variedad de la cebolla, la cebolla tardía de Lérida. Se cocina a la brasa, y se sirve con una salsa conocida como salsa romesco, que es, sin lugar a dudas, el secreto de su éxito.
La salsa romesco se elabora con tomates y ajos, con pan (frito o no dependiendo de la receta), majado de almendras y avellanas tostadas, pimientos, romero, aceite de oliva, vinagre, sal y pimienta.
En este punto, y teniendo en cuenta que el sabor de la salsa es la parte más destacada del plato, una cerveza con cuerpo y cierto sabor a regaliz sería la más adecuada para maridar con los frutos secos de la salsa romesco. Alhambra Reserva Roja cuenta, además, con un sutil toque de regaliz, perceptible tras varios sorbos. Una degustación lenta que parece ser un buen maridaje para este plato, cargado de matices y notas de color.
Carne para completar el menú
Un buen menú degustación de la cocina en Barcelona no pude olvidar platos a base de carne y embutido, muy típicos también en la región. La butifarra catalana, por ejemplo, goza de una fama más que reconocida, y es, además, protagonista de platos a la altura de la botifarra amb mongetes, o lo que es lo mismo, butifarra con alubias.
Este plato tradicional de la cocina catalana puede realizarse de varias formas, aunque la variante más sencilla es una de las más apreciadas. Se consigue cociendo las alubias en agua hirviendo y friendo por otro lado las butifarras. La grasa restante al freír el embutido será el lugar en el que posteriormente saltearemos las alubias.
Para terminar, un plato con orígenes en el medievo, fricandó de ternera, elaborado con carne de ternera cortada en filetes muy finos, tomate maduro, cebolla, laurel, vino, aceite de oliva, harina, almendras y ajo, entre otros. Una receta que acompaña la mesa catalana en las mejores fiestas y que encuentra su secreto en el sofrito y el sabor de la ternera.
Ambos platos tienen un sabor intenso. Embutido y carne que hablan de carácter y potencia. Así, no es de extrañar que el maridaje más recomendable para ambos sea el de una cerveza potente y con cuerpo.
Alhambra Reserva Roja surge como una reinterpretación de las cervezas centroeuropeas. Así, tanto su misterioso color rojizo, como un primer sorbo de la misma, nos trasladará a la parte más bock de este líquido, ideal para maridar con platos fuertes como estos.
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