Son muchos los pueblos y pequeñas ciudades costeras que multiplican su población en los meses de verano. Un fenómeno ligado más al litoral andaluz y a toda la costa mediterránea, pero del que no escapan tampoco en el norte. Menos común parece que un humilde pueblo interior gallego, alejado de las guías turísticas, se transforme cuando llega el estío gracias a los peculiares veraneantes que lo han convertido en su particular ciudad de vacaciones.
El sobrenombre de “la Marbella gallega” del que se hacen eco multitud de medios no responde al turismo de playa, discotecas de diseño o de yates de lujo, sino al nivel adquisitivo de sus veraneantes. Celebridades de acaudalado patrimonio de origen nacional pero, sobre todo, internacional, han hecho de Avión su paraíso particular para desconectar.
Con una superficie de unos 120 km2 y poco más de 1700 habitantes censados en las 36 pequeñas poblaciones que lo conforman, Avión, en la comarca de Ourense, es un humilde concello típico del interior gallego en el que destaca su accidentado paisaje, característico de las cordilleras montañosas que atraviesan la zona. Un municipio con una de las pensiones medias más bajas de Galicia, pero con una renta per cápita estratosférica en cuanto a sus nada humildes visitantes.
El verano de los ricos
Mientras que los meses más fríos la vida se puede hacer algo difícil para los menos amigos a la vida de pueblo más hogareña, las heladas y los paisajes nevados, en verano el panorama de Avión se transforma. En julio y, especialmente, el mes de agosto, las carreteras del pueblo son un constante ir y venir de coches de alta gama, deportivos y vehículos de lujo cuyos motores rugen en el otrora apacible municipio.
Es cuando este municipio de Ourense se prepara para recibir a millonarios de la talla del español Amancio Ortega, pero sobre todo de grandes fortunas mexicanas con empresarios como Carlos Slim, Alberto Dacasa o Vázquez Raña. En su mayoría mexicanos, magnates herederos de familias gallegas que emigraron a América y que vuelven a sus raíces tras amasar un patrimonio que ha dejado su inevitable huella en el propio concello.
Las casas tradicionales gallegas, iglesias parroquiales y granjas se entremezclan con chalés y mansiones de lujo, que en verano se convierten en la residencia vacacional de unos vecinos que ya se ven casi con normalidad en el pueblo, y que han atraído a otros cientos de visitantes en busca de las mismas bondades para desconectar en unos días de asueto.
Pozas, hórreos y mariachis
Avión, a pesar de todo, no ha perdido su identidad cultural propia y es un destino ideal para conocer un lado de Galicia quizá menos popular, muy recomendable también -y más especialmente- fuera de su temporada alta.
Como casi toda la provincia de Ourense, la comarca del Ribeiro a la que pertenece Avión está bañada por aguas que regalan unos paisajes de gran belleza y salpican todo el territorio de pozas, puentes, fuentes termales antiguas, ríos y riachuelos donde también se puede practicar el baño cuando las temperaturas lo permiten. También el agua protagoniza varias de las cascadas que se pueden encontrar por toda la zona, con un gran caudal tras las épocas de lluvias.
Además del propio encanto que tiene Avión, sea con el morbo de cruzarse con Ferraris y Porsches o no, merece la pena recorrer todo el municipio para emprender alguna de las rutas de senderismo que atraviesan laderas, bosques, sierras, viñedos y campos, con sus pequeñas poblaciones rurales distribuidas en parroquias, molinos tradicionales y hórreos de piedra.
Que nadie se extrañe, eso sí, de escuchar los cantos de mariachis o de oler el aroma de tacos y enchiladas en el apogeo del verano, pues tanto se han asentado sus acaudalados veraneantes que en agosto se celebra incluso una Fiesta Mexicana en honor de aquellos emigrantes que tuvieron que dejar su Galicia en busca de una vida mejor.
Imágenes | Estevoaei - Turismo Ourense - Turismo Galicia
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