¿Se puede comprar cinco kilos de frutas y verduras en España por tres euros? La realidad es que sí, lo cual es habitual en cientos de mercadillos que pueblan nuestro país. Lo que no es tan habitual es que esto lo consigamos en un supermercado.
Por eso, cuando Lidl sacó a mediados de marzo su 'bolsa antidesperdicio', tuvimos que mirar con asombro al fenómeno de la empresa alemana. En esencia, sólo tres euros; en la bolsa, hasta cinco o seis kilos de frutas y verduras aún comestibles.
En nuestra experiencia hemos comprobado que es una cierta lotería, donde cambia el peso y donde cambian el tipo de frutas y verduras que hay en cada bolsa. Es cierto que siempre son generosas, pero la bolsa está abierta, así que puedes saber qué te estás llevando, y por fuera hay una pegatina con su peso.
Este indicativo, además de valernos a nosotros para saber qué nos llevamos, también le vale a Lidl para comprobar de nuevo el peso de la bolsa en caja y comprobar que es el mismo porque la picaresca española sigue presente. Mucha gente incluye otros productos en la bolsa y luego, al llegar a caja, existe una diferencia entre lo que calculó Lidl y lo que incluyó de más el cliente.
Así que, por favor, no seáis amigos de lo ajeno o no juguéis a ser el Lazarillo de Tormes porque lo más probable es que os pongan la cara colorada en la linea de cajas y quedaría feo, sobre todo cuando estás hablando de tres euros.
La lotería de la bolsa antidesperdicio de Lidl
Lo bueno es que esta lotería de la bolsa antidesperdicio de Lidl sí tiene cierto premio, pues vemos la bolsa y mirar lo que hay dentro y, si nos conviene, llevárnosla a casa.
Tal y como nos cuenta nuestra compañera Aldara Pérez, las experiencias con la bolsa antidesperdicio de Lidl son generalmente buenas y, realmente, las bolsas suelen ir bien cuajadas de producto. Varía siempre, pues en esencia son los productos del granel de Lidl que la empresa considera que están en las últimas.
La realidad, tal y como cuenta Aldara, es que todo tiene todo buen aspecto, aunque siempre hay ciertas frutas que sufren más, como los plátanos. En su caso, una compra por 3,2 kilos suponía un par de brócolis, una coliflor y muchas, muchas patatas, que aprovechó para cocer de acompañamiento para una receta de pulpo a la plancha. El resto, evidente, se convirtió en una crema de coliflor.
Como decimos, una lotería, que otras veces puede significar un carrusel de frutas. Lo que sucedió en su segunda intentona, donde la bolsa pesaba 4,6 kilos y donde casi todo era fruta: 10 naranjas, un racimo de plátanos, manzanas, un mango, un kiwi (ingredientes que podéis ver en la foto con la que abrimos el reportaje) y algunos tomates junto a una berenjena.
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Eso sí, lo peor de toda la bolsa antidesperdicio de Lidl es la propia bolsa, porque es frágil hasta decir basta y se rompe con bastante facilidad, así que es bastante posible que cuando llegues a la caja del supermercado tengas que pasarla a otra bolsa si no quieres ir como Pulgarcito. Sólo que en vez de ir dejando migas, irás dejando frutas por el camino.
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