La dieta hiposódica

La dieta hiposódica
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Como sabrás un exceso de sal en la alimentación puede elevar la presión arterial, o aún peor, podemos poner en riesgo nuestra salud, en especial la del corazón y los riñones. El sodio es necesario para nuestro organismo, además es uno de los minerales que ayudan a mantener nuestro pH correcto.

Según los especialistas, la dosis diaria recomendable no debe ser superior a 3 miligramos, pero esto no siempre es así, sin darnos cuenta, muchas veces superamos los 10 miligramos y esta medida constituye un nivel peligroso para quien sea hipertenso.

El sodio atrae el agua y como consecuencia, ocasiona una mayor retención de líquidos y por consiguiente aumenta el caudal sanguíneo y finalmente aumenta nuestra tensión arterial. Sabiendo todo esto, el primer paso que deberemos tomar para prevenir la hipertensión con la alimentación será vigilar la ingesta de sal, la cual utilizamos en muchos alimentos y además deberemos vigilar los productos envasados que contienen sodio como aditivo oculto. Un ejemplo de estos productos serían los alimentos desecados con sal, como el bacalao o la carne ahumada, los envasados concentrados como la sopa o las salsas y condimentos como el ketchup y las mayonesas.

Hay una gran cantidad de combinaciones que se pueden realizar con una dieta baja en sodio que ayudará a mantenernos sanos y regularán la hipertensión en el caso de padecerla. Es posible que en principio la comida no agrade tanto y que se encuentre algo insípida, pero es el mejor momento para utilizar especias y hierbas que otorgarán a los platos un gran sabor y salubridad.

Los alimentos bajos en sodio como las verduras, las legumbres, los frutos secos o las frutas son ideales para realizar una dieta hiposódica. Si tienes algún problema de hipertensión, es conveniente realizar una dieta baja en sal para garantizar tu bienestar.

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