Joana Costa
EditorA veces la percepción de un hogar no es cuestión de metros, sino de estrategia visual. Pintar con los colores adecuados permite abrir espacios visualmente, multiplicar la luz e incluso disimular techos bajos o pasillos estrechos.
Los tonos claros no solo agrandan: también calman, armonizan y crean una base neutra sobre la que construir el resto de la decoración. Pero no vale cualquier blanco. Y no vale aplicarlo igual en todos los espacios.
El papel de la luz
El primer paso es tener clara la orientación de cada estancia: si entra mucha luz natural o no, si es directa o fría. Esto influirá directamente en cómo se perciben los colores. Asimismo hay otro elemento de vital importancia y que es un regla general: menos de tres tonos por ambiente.
Colores que agrandan
El blanco cálido, el arena muy claro, los grises empolvados o los pasteles suaves como el azul hielo o el rosa maquillaje amplían visualmente sin perder carácter. En espacios pequeños, usar el mismo tono en paredes, puertas y rodapiés también ayuda.
Colores que dan luz
Los blancos con matices amarillos, los tonos vainilla o el crema reflejan la luz mejor que el blanco puro, que puede resultar demasiado frío. Si apuestas por colores algo más atrevidos, asegúrate de combinarlos con techos blancos y tejidos claros.
Colores que dan calidez
Los tonos medios como el melocotón, el terracota claro o el teja suave aportan sensación acogedora si hay buena luz. Combinados con elementos de madera clara, suman profundidad sin oscurecer.
Colores para el salón
El gris medio sigue siendo un acierto por su versatilidad. Si entra luz natural, prueba con un verde musgo muy claro o un azul con subtono gris. Los muebles en crema o blanco lo equilibran con elegancia.
Colores para dormitorios
Los azules empolvados o los verdes agua relajan sin enfriar. El ocre claro o el vainilla también funcionan si se busca calidez. Evita los naranjas o rojos intensos: tienden a agobiar en espacios de descanso.
Zonas a destacar
Pintar solo una pared de un tono más subido es suficiente para enmarcar un comedor o una zona de lectura. Elige acabados mate y colores con cuerpo, como el ocre rosado o un gris piedra.
Trucos y errores comunes
Si el color elegido apaga la estancia, prueba con una versión más clara del mismo tono o crea un zócalo blanco en la parte baja. Las cortinas también influyen: si oscurecen, compensa con paredes claras y techos luminosos.
Al final, el color no solo llena de vida una habitación: también puede corregir lo que el plano no resolvió. Pintar es una de las herramientas más poderosas —y más económicas— para transformar tu casa sin mover una sola pared.
Foto | Malte Luk y Pavel Danilyuk
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