Cuando era pequeña me fascinaban esos kits (entonces no se les llamaban kits, no éramos tan modernos) de muñequitos de plástico que se fabricaba de una pieza, y que una vez en casa, a solas con nuestro tesoro, íbamos separando del armazón. Servidora siempre se quedaba mirando los restos inútiles de la estructura, pensando que para algo tenían que valer. Una, que ha sido siempre muy apañada.
Antes de que me vaya por las ramas, me centraré en lo que me ha traído estos recuerdos. Se trata de Snap and Dine, un juego de cubiertos y vajilla muy completos para hacer un pic-nic por todo lo alto en el que no falta detalle. Hecho en plástico blanco, el conjunto consta de dos tenedores y dos cuchillos para carne y pescado, así como cuchara y tenedor de postre. En el centro, un plato muy ornamentado, digno de una mesa de lujo. Por si fuera poco, para sentirse como todo un caballero aunque se coma de pie y con útiles de plástico, la estructura forma un mantel individual imaginario, del que nace un asa para transportarlo.
En un primer vistazo echaba de menos un plato extra, ya que tanto estilo, tanto cubierto, y al final te comes la ensalada, el turnedó y el postre en el mismo plato. Pero en realidad son tres los platos que superpuestos nos anuncian un banquete por todo lo alto. Es un ingenioso diseño de Demelza Hill con el que quiere relanzar el uso correcto y protocolario de los cubiertos, además de convertir la comida de pic-nic en un asunto aristocrático.
Vía | No puedo creer
Más información | Demelza Hill
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