"Todo había sido orquestado". Un restaurante de Pamplona denuncia una oleada de reservas falsas con más de 60 cancelaciones

Las fiestas de San Fermín son fechas clave para el sector hostelero, que espera cuantiosas ganancias ante la masiva llegada de turistas y locales que invaden Pamplona durante una semana. También lo esperaba así el joven restaurante Kabo, abierto apenas en abril de este año, que incluso había ampliado horarios y contratado refuerzos de personal. Pero se han encontrado con una oleada de reservas que han resultado ser falsas.

Lo denunciaba el propio local el pasado día 12 mediante un comunicado en sus redes sociales, afirmando que ha sido "uno de los peores episodios" desde que empezaron con el negocio. Denuncian que no se trata de una casual acumulación de los típicos no shows a los que se enfrenta la hostelería, sino que desde Kabo tienen claro que es fruto de una campaña orquestada.

Entre los días 6 y 11 de julio han llegado a contabilizar más de 60 reservas para un total de 146 personas que les llevó a rechazar nuevos clientes porque estaban completos, para finalmente encontrarse con el comedor vacío. Las reservas hechas o se cancelaban o, directamente, no se presentaban, sin dar ningún aviso.

Kabo cuenta con una capacidad modesta de entre 30 y 40 comensales, y estrenaban para estos San Fermines un menú degustación de 80 euros, más bebidas aparte. Según han declarado sus propietarios a El País, esperaban una media de 120 euros de ticket por persona en estas fiestas, que multiplicados por los 146 comensales que no se han presentado suman unos 18.000 euros que no han podido ingresar. A lo que hay que sumar la pérdida de de productos desperdiciados y el coste del personal.

Al principio, explican, no le dieron más importancia a las primeras reservas no presentadas, pues puede ser algo habitual en unas fiestas del calibre de San Fermín, pero al repetirse continuamente durante las siguientes jornadas se dieron cuenta de que debía estar "perfectamente orquestado", probablemente fruto de alguna broma de mal gusto.

A la hora de aplicar el cobro de 25 euros que el restaurante aplica como política de cancelación, se encontraron con tarjetas sin fondos. Tampoco lograron contactar con los autores de las reservas, topándose con números de teléfono falsos o personas que no sabían nada del asunto.

Afirman que este episodio es un duro golpe económico y también emocional, pues tienen claro que se trata solo de "una pequeña piedra en el camino", pero que demuestra la situación de indefensión a la que se enfrentan los hosteleros ante este tipo de situaciones. Cancelaciones de última hora, no shows o personas que reservan en varios sitios a la vez sin anular las reservas descartadas, dicen, "están a la orden del día".

Con el reciente caso del restaurante Amelia de Sebastián presente, desde Kobo han decidido tomar cartas en el asunto para visibilizar el problema y tratar de tomar acciones legales con el asesoramiento de un abogado.