Nacidas a partir de la venganza: este es el mito que pudo haber dado origen a uno de los snacks más populares el mundo

George Crum buscaba hacer quedar mal a un exigente comensal, pero no sabía que haría historia

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Podemos disfrutarlas en un montón de sabores diferentes, sin embargo, pocos se detienen a pensar en su origen, y es que, aunque parezcan un snack salado que siempre formó parte de la historia de la gastronomía, lo cierto es que las papas fritas tienen un trasfondo mucho más personal, con la exigencia de cliente y la venganza de un cocinero de por medio.

Las papas fritas, ese aperitivo irresistible que acompaña nuestras reuniones, películas y momentos de ocio, tienen una historia que se remonta a mediados del siglo XIX en el lujoso balneario de Saratoga Springs, Nueva York, donde nació la leyenda de George Crum, un chef que, por un capricho del destino y de un comensal muy peculiar, dio origen a las icónicas papas fritas en Saratoga.

La historia cuenta que, en 1853, Crum trabajaba en el restaurante Moon's Lake House, atendiendo a la exigente clientela del lugar que buscaba satisfacer su paladar con platillos rápidos y con buen sabor para continuar con su camino. Un día, un comensal habitual del lugar, el magnate ferroviario Cornelius Vanderbilt pidió las especialidades de la casa: papas fritas a la francesa.

Aunque el platillo era sumamente popular en el establecimiento por su sabor y sazón, éste devolvió su plato de papas fritas dos veces, quejándose de que eran demasiado gruesas y nada crujientes, tal como las había probado en Inglaterra, donde son un platillo popular.

Crum, un tanto molesto por la crítica, decidió darle una lección al cliente en donde más le dolía a la clase alta de aquel entonces: preparando un snack tan delgado y frágil que se rompería al utilizar un tenedor, por lo que obligaría a Vanderbilt a comer con las manos, algo que no era bien visto en aquel entonces.

Fue así como cortó las papas en rodajas extremadamente finas, casi como el grosor de un papel, y las pasó por aceite hasta que quedaran crujientes. Para su sorpresa, Vanderbilt no solo las aceptó, sino que quedó encantado con ellas, pidiendo más porciones para él y sus acompañantes.

El nuevo plato, apodado Saratoga Chips, se convirtió rápidamente en la estrella del restaurante. La fama de las papas fritas de Crum se extendió por todo el país, atrayendo a visitantes de todas partes, ansiosos por probar la crujiente creación.

Años más tarde, en 1895, Crum abrió su propio restaurante, Crum's House, donde las papas fritas Saratoga seguían siendo el plato principal. Su éxito inspiró a otros restaurantes a replicar su receta, dando lugar a la popularización de las papas fritas en todo el mundo.

Un mito que nadie ha podido confirmar

Aunque esta es la versión más popular de la creación de las papas fritas, muchos historiadores locales que han rastreado la historia de esta receta se han topado con que, en realidad, esta historia es sólo una anécdota más del pueblo, ya que algunas publicaciones le atribuyen la creación de las papas fritas a una cocinera identificada sólo como "Eliza", de la que se escribe en una nota del New York Herald en julio de 1849, donde alaban su "reputación de freír patatas es uno de los temas destacados de Saratoga. ¡Quién hubiera pensado que unas simples patatas podrían convertirse en un lujo!".

En investigaciones recientes, Dave Mitchell siguió la pista a las personas a las que se atribuye la creación de la patata frita, entre ellas Eliza, Vanderbilt, los dos Moon (propietarios del restaurante) y la hermana de Crum, Kate Wicks.

Como tal, la investigación de Mitchell incluyó la posibilidad de que, en primer lugar, la patata frita no se hubiera inventado en Saratoga (aunque sin duda se ganó su popularidad allí), pero eso no es todo, sino que el verdadero origen de la patata frita crujiente, concluyó Mitchell, probablemente nunca se conocerá.

Aunque existen otras historias sobre el origen de las papas fritas, la de George Crum y las papas fritas Saratoga sigue siendo la más conocida y popular. Un legado culinario que, como cuentan, pudo nacer de un capricho, pero que se convirtió en un ícono mundial, deleitando paladares por generaciones.

Foto de cottonbro studio | Wikimedia

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