Joana Costa
EditorLa escena es clásica: un verano lleno de hojas y conforme avanzan las semanas, cae la primera hoja y, con ella, la promesa de sombra se convierte en barrido eterno. No todo lo que da sombra en vera o merece un sitio en el jardín, sobre todo si hay que pelear con montones de hojas cada semana.
Por suerte, existen árboles que combinan copa generosa con un comportamiento limpio. Nada de ramas rebeldes ni floraciones que ensucian la terraza. Solo frescor, estructura y la paz de no tener que recoger tras cada ráfaga de viento.
Estas especies son la respuesta a quienes buscan sombra sin esclavitud. No requieren un ejército de jardineros, ni redes de protección, ni resignación otoñal. Porque sí, es posible plantar un árbol que dé sombra y que, además, se porte bien.
Ahora bien, la sombra es vital en verano, así que es necesario dotarse de un buen resguardo. Si quieres frescor sin recogida constante, ciertas especies lo hacen sin desorden.
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Nogal europeo
Este árbol majestuoso destaca por su copa ancha y frondosa, perfecta para proteger del sol. A pesar de su tamaño, es sorprendentemente limpio: sus hojas son grandes y caen en bloque, lo que facilita la recogida si se quiere. Además, su madera y frutos son un valor añadido.
Árbol del amor
Pequeño, manejable y con flores rosas vibrantes, este árbol decora en primavera y sombrea en verano sin causar desastres. Sus hojas tienen una forma de corazón y son ligeras, lo que reduce su impacto al caer. Es ideal para jardines medianos con un toque romántico.
Ciruelo ornamental
Con un porte de entre 4 y 8 metros, este árbol ofrece sombra moderada y un color púrpura intenso que cambia con las estaciones. Apenas desprende restos, ni frutos invasivos ni ramas quebradizas. Una opción para quien busca estética y funcionalidad.
Arce japonés
Elegante, compacto y de crecimiento lento, es el favorito de los jardines minimalistas. Sus hojas pequeñas y lobuladas no generan montones, y su color otoñal es una obra de arte (aunque sí que se caen). Es perfecto para zonas sombrías con bajo mantenimiento.
Magnolio grandiflora
Siempreverde, de copa densa y con hojas brillantes que no se desprenden fácilmente (y son enormes). Además, su flor blanca y aromática decora sin ensuciar. Al tratarse de un árbol robusto, también actúa como cortavientos natural.
Olivo
cónico del Mediterráneo, es resistente, sobrio y discreto. Sus hojas no invaden el espacio y su presencia aporta carácter al jardín. No necesita riego frecuente y sus raíces son menos agresivas que otras especies de sombra.
Para garantizar un jardín limpio y funcional, planta en suelo bien drenado y opta por podas ligeras cada uno o dos años. Un riego equilibrado favorece que las hojas no caigan prematuramente. También es recomendable evitar especies alérgenas o con frutos pegajosos.
No hace falta elegir entre frescor y limpieza. Estos árboles te permiten disfrutar de un jardín refrescante y ordenado, sin renunciar al diseño ni al descanso. Porque la sombra también puede ser inteligente, y el jardín, un lugar sin hojas que barrer.
Foto | Brett Sayles y Aleksandra Glemyaz
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