A través de una noticia me entero de que existe una compañía llamada Celebrity Cellars que se dedica entre otras cosas a comercializar líneas de vinos apadrinados por famosos personajes que poco o nada han tenido nunca que ver con el vino.
La última ha sido Madonna, pero antes los Rolling Stones o Luis Miguel habían iniciado el camino aprovechándose del auge del mundo del vino, que cada vez se está poniendo más de moda y cada vez va atrayendo a más gente, bien porque aprecian el producto, bien atraidos también por la imagen "cool" que de cara a la sociedad lleva aparejada ciertos conocimientos sobre él. Desde el propio mundo del vino algunas voces se quejan de que pueda influir negativamente este tipo de prácticas empresariales en el mercado del vino, y es que quizá sean, a decir verdad, un tanto oportunistas.
Uno de los aspectos más polémicos es el teórico alto precio, que en el caso de la controvertida cantante pop oscila entre los 25 y los 40 euros y cuya oferta incluye varios tipos de tintos y un blanco.
A mí, la verdad, esta me parece una manera más de pagar por un vino mucho más de lo que vale, pero también es cierto que aquellos fans más recalcitrantes tienen la oportunidad de llevar a cabo una pequeña travesura fetichista con una botella de su artista favorito.
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