El Pleno del Ayuntamiento de Madrid celebrado ayer lunes en sesión extraordinaria ha aprobado la modificación del Plan General de Ordenación Urbana gracias a la mayoría absoluta con la que cuenta el Gobierno del popular Martínez-Almeida, con la oposición del PSOE y Más Madrid. La nueva normativa tendrá que esperar aún a que la Comunidad de Madrid dé luz verde para su implantación, en un plazo máximo de cuatro meses.
Además de incluir novedades respecto a las nuevas edificaciones y viviendas, la regulación de los nuevos modelos de coliving y cohousing o la simplificación del lenguaje burocrático y de los trámites administrativos, varios de los aspectos que más interés despertaba esta norma implicaban directamente al sector hostelero.
Uno de los puntos calientes que lleva tiempo generando polémicas y enfrentamientos entre vecinos y el Ayuntamiento tiene que ver con las cocinas fantasma que han proliferado en la capital, sobre todo a raíz de la pandemia. Llamadas por el Ayuntamiento "cocinas agrupadas", la actualización de la normativa plantea priorizar su implantación en polígonos industriales, pero permite también que se desarrollen en zonas residenciales urbanas.
Así, las cocinas fantasma con uso industrial en ámbito residencial podrán tener un máximo de 350 metros cuadrados con no más de ocho cocinas en el mismo espacio. Además, se obligará que incluyan en su interior las zonas de espera, carga y descarga y estancia de los transportistas. Las empresas también tendrán que presentar un plan de movilidad para conocer cómo afectará su actividad en la zona donde pretendan instalarse.
Además, el Gobierno de Martínez-Almeida ha dado respuesta a una demanda que llevan solicitando desde Hostelería de Madrid desde hace una década, la ampliación de aforos en los locales de hostelería y espectáculos. Hasta ahora, los bares y restaurantes estaban limitados a 99 personas; los bares de copas y discotecas a 49, y las discotecas de mayor tamaño a un máximo de 300. Todos los aforos se verán ampliados con la nueva norma.
La ampliación más significativa es la que afecta a los bares y restaurantes, de hasta el 75 %, ya que podrán disponer de un aforo máximo de 175 personas en el interior de los locales. La patronal celebra esta actualización de un Plan que no se modificaba desde que entró en vigor en 1997, aunque lamentan que no se haya eliminado la obligatoriedad de disponer de plazas de aparcamiento para la obtención de nuevas licencias.
Madrid 8 (Guías de Ciudad Lonely Planet)
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