La guerra en Ucrania amenaza la producción de algunas de nuestras bebidas favoritas: la cerveza entre otras

La guerra en Ucrania amenaza la producción de algunas de nuestras bebidas favoritas: la cerveza entre otras
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Aceite de girasol, mostaza, pescado… Son muchos los alimentos cuya producción se ha visto afectada por la guerra en Ucrania, que ya supera los 200 días de conflicto.

Los alimentos y las bebidas no alcohólicas se encarecieron en agosto un 13,8 % respecto al mismo mes de 2021, siendo las más afectadas los productos lácteos, los cereales y sus derivados, el azúcar y el pescado.

Pero si bien todos hemos asumido que se están encareciendo los productos frescos, hay una derivada en los supermercados con la que nadie contaba: Europa se prepara para la escasez de bebidas carbonatadas, empezando con el agua con gas y siguiendo, sí, con la cerveza.

No es lo que podríamos considerar un bien de primera necesidad, pero el agua con gas es la bebida de elección de muchos amantes de la gastronomía en España, y no digamos en el resto de Europa: en países como Italia el agua con gas se consume tanto o más que el agua natural.

Es allí donde primero ha empezado a escasear esta bebida, después de que la empresa Sant’Anna, que fabrica 1.500 millones de botellas al año, haya tenido que parar la producción, informan nuestros compañeros de 750g. La razón no es la escasez de agua, sino de los productos que se utilizan para introducir el gas carbónico en esta.

Ucrania

Las bebidas carbonatadas dependen de los fertilizantes

Rusia es uno de los principales proveedores de fertilizantes del mundo, un producto que, indirectamente, es necesario para la producción de agua con gas. Al combinar amoníaco y gas natural con nitrógeno, un proceso necesario para la fabricación de fertilizantes, se produce dióxido de carbono, que se vende como subproducto a la industria alimentaria. Es este CO2 es el que se inyecta en las bebidas carbonatadas de todo tipo.

En el caso de la cerveza el problema es doble, pues a la escasez de CO2 hay que sumar el problema en el suministro de cereales, que es uno de los productos que más se ha encarecido con la guerra. Cierto es que la fermentación de la cerveza produce ya de por sí burbujas, pero la mayoría de las cerveceras industriales completan este proceso añadiendo C02.

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La Asociación Cerveceros de España, la entidad que agrupa a los productores de cerveza de nuestro país, ha asegurado al diario Nius que, de momento, no va a haber problemas de suministro, aunque no descartan que pueda haberlos en el futuro.

Los problemas de suministro es probable que lleguen, primero, al agua con gas, que ya está escaseando en Italia y se, prevé, podría escasera en las próximas semanas también en Francia.

Imágenes | iStock
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