Los restaurantes gastronómicos protestan cada vez más ante los no shows que les hacen perder dinero, pero los locales más cotidianos siguen lidiando con otro tipo de cliente más problemático para la economía del negocio, el que se esfuma sin pagar. Menos habitual es que los dueños obliguen a uno de sus empleados a abonar de su bolsillo la cuenta perdida.
Queremos creer al menos que no sea costumbre habitual en el sector de la restauración, donde ya está el ambiente bastante caldeado entre hosteleros y trabajadores. Podemos sumar a la lista de abusos de algunos propietarios la denuncia que ha difundido Soy Camarero en sus redes sociales este fin de semana.
“Por si aún te hace falta demostrar o desmontar que queda mucho miserable en la hostelería”; así arranca el mensaje de un camarero anónimo que se ha viralizado este domingo en X, para pasar a continuación a relatar a relatar lo sucedido.
Según cuenta, trabaja en un bar restaurante con terraza con turno hasta la noche, pues señala que todos los días suele salir sobre las 23.00 horas. El día de los hechos dejó a una última pareja de clientes terminando la cena en la terraza, habiéndoles servido los postres justo antes de marcharse, cuando le tocaba.
Media hora después recibió una llamada del trabajo avisándole que en la terraza ya no había nadie y que la pareja se había ido sin pagar; un incidente engorroso pero que, como apunta el anónimo, “es fácil que pueda haber una incidencia como esa” cuando solo queda un trabajador para atender todo el local.
La sorpresa más desagradable se la llevó este camarero cuando, al arrancar su siguiente turno, la mujer del dueño le pasó la cuenta pendiente y le exigió pagarla de su propio bolsillo, asumiendo que era su responsabilidad. En total, 34,85 euros según el ticket que este trabajador ha compartido también en su mensaje, siempre manteniendo el anonimato.
De ser cierta, se trataría de una práctica abusiva con el empleado ante la cual el propio Soy Camarero apunta que jamás se puede hacer pagar al trabajador un simpa de ningún cliente, “¡punto!”.
El mensaje está teniendo una gran repercusión en redes, en su mayoría de usuarios que empatizan con el camarero y comparten la indignación, apuntando a que además la culpa es de los dueños por tener solo un trabajador atendiendo a todo el local. “Me voy buscando otro trabajo pero rapidito. Y luego que lloren porque "no hay camareros" ¿Cómo vas a pagar tú por algo que ha sucedido cuando ya habías salido del turno? Es demencial”, comenta por ejemplo @RaquelO35641902.
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Algunos usuarios parecen haber localizado por el ticket el susodicho bar, un establecimiento de Gijón, y no son pocos los que están dejando reseñas negativas del mismo en Google.
Fotos | Jessie McCall
