Ir a un restaurante que está renqueando, pedir que te saquen muchos platos de la carta para ver cómo están, probarlos delante de la cámara e ir sacándoles pegas… Sí, el modus operandi parece el del clásico Pesadilla en la cocina, que en nuestro país ha popularizado el chef Alberto Chicote sobre la versión estadounidense de Gordon Ramsay, pero la realidad del vídeo es de una crítica demoledora de Cenando con Pablo, subida a su canal de Facebook sobre una hamburguesería sevillana.
Allí, en primer plano, el influencer se desquita tras probar varias hamburguesas donde casi ninguna se salva de la quema, mientras pretende que el hostelero también las haga vuelta y vuelta, dejando la carne prácticamente cruda cuando ya, apreciando el vídeo, se comprueba que buena parte de las carnes están muy poco hechas.
Subido tanto a Instagram como Facebook, el post no ha dejado de acumular críticas, aunque también alguna defensa a Pablo Cabezalí, el personaje que ha dado vida a Cenando con Pablo y que ahora, con el ejemplo de Bendita Placer, se ha llevado varios tirones de orejas en los comentarios dentro de sus redes sociales.
No obstante, antes de publicar su crítica, Cabezalí contaba también las razones de una crítica tan demoledora cuando no es lo habitual que se va a encontrar en sus redes sociales, aclarando que "estas cosas pasan y hay que contarlas" para luego explicar su visión de por qué publica el contenido, contando que "mas allá de hacer un video, tener visitas, llenar un restaurante y cobrar un dinero (algo que mucha gente reprocha pero dudo que los lunes vayan a trabajar gratis) para mi está también el ser profesional: implicarse y ayudar".
"Estas cosas pasan y hay que contarlas": la justificación de Cenando con Pablo
Algo que resumía diciendo que "son mis valores y siempre van a estar ahí porque soy muy firme con ellos", contando también que el dueño del restaurante le pidió el vídeo varias veces y que era del agrado del propietario, para después explicar por su parte que "mi tarea es contar las cosas como son, tanto lo bueno como lo malo", apostillando que "si quieres que vaya a tu restaurante para que hable bien de él mejor llama a otro".
Con todo y con eso, los comentarios hacia Cenando con Pablo fueron de lo más variados. Desde gente que agradece su labor y la forma en que ha contado y ayudado al restaurante a gente que no lo entiende y crítica sus formas.
Entre las perlas de las respuestas, algunas como "No entiendo este vídeo la verdad, en otros no te has comportado así..has ido un poco de Chicote pero del Shein" o algunos muy duros que le recriminaban su actitud como "Este chico, tiene alguna formación???? Para hacer ese tipo de comentarios?????" o "Ahora te crees Chicote. Eres muy mala gente, payaso. Ponte a trabajar".
Aunque el tono de dureza no siempre era así de elevado, sí era la tónica general en las críticas como el caso de "Con lo repelente que eres en el vídeo, me temo que hará el efecto contrario. Seguidores y visitas. Ojalá y que cada uno decida, en Google tiene buenas reseñas y la verdad que la tuya no es más válida que la de otro", aunque no eran los más habituales en los más de 260 comentarios que perviven en Facebook, puesto que el autor ha cerrado las respuestas en el post de Instagram.
Otros, sin embargo, alabaron la capacidad de crítica de Cenando con Pablo, agradeciendo sus comentarios. "Más que una 'crítica', yo lo veo como un consejo para orientar al local y poder mejorar, cosa que pocos hacen. Chapó por ti Pablo!!!", explicaba otra usuaria, parecido a la sencilla opinión de otro de los comentarios: "Pues pienso que les has dado una muy buena orientación para que puedan mejorar, enhorabuena".
Lo que queda claro es que la exposición digital, para bien o para mal, pasa factura tanto a restaurantes como a creadores de contenido, teniendo siempre claro que raro va a ser que llueva a gusto de todos.
Imágenes | Facebook Cenando con Pablo