En América Latina, uno de los sellos de identidad de su gastronomía es el consumo de carne para la preparación de muchos de sus platillos típicos, de hecho, es impensable imaginar un menú o una comida en casa sin uno de los elementos principales de la cocina de países como México y Argentina: el chorizo.
Ante su popularidad en preparaciones de eventos que reúnen a la familia, la Profeco de México analizó 49 marcas de este producto para conocer su composición y el lineamiento de sus marcas con las normativas federales de ventas de productos cárnicos, encontrando varias anomalías, tanto en su etiquetado, como en su contenido.
Como parte de los estudios publicados en la Revista del Consumidor del mes de junio, la Profeco realizó un estudio a 13 chorizos madurados de cerdo, 32 chorizos frescos y cuatro chorizos sin ingredientes cárnicos y que adicionan soya.
Como en todos sus estudios que involucran alimentos, se verificó el nivel de grasa, proteína, sofio, carbohidratos y el cumplimiento del contenido neto del producto especificado en la etiqueta, misma que debe mostrar el país de procedencia, los ingredientes, la denominación del fabricante y, en caso de ser necesarios, los sellos de advertencia sobre exceso de componentes como la sal y calorías.
Un montón de irregularidades
Este estudio, es uno de los que, quizá, haya sacado a la luz más anomalías en cuanto al etiquetado y el contenido neto que ningún otro, ya que, de todas las marcas estudiadas, 7 son las que tienen menos contenido neto del declarado, destacando el Chorizo de soya vegetariano de Parma Sabori, que contiene 40 gramos menos del que especifica en su etiquetado, seguido del Chorizo de cerdo tipo argentino de Extra Special, con 33.58 gramos menos.
Foto de Amanda Lim en Unsplash
Pero eso no es todo, ya que dos de las marcas que presumen contener carne de pavo, no especifican en su etiquetado el porcentaje de ésta que en realidad forma parte de su contenido neto. Las marcas que incumplen este ámbito son los chorizos con carne de pavo de Fud y Chata.
Y aún hay más: en el estudio, ocho marcas denominan sus productos como chirozo de cerdo, de pavo o de champiñón, pero Profeco dictó que, en realidad engañan a los consumidores al agregar soya sin especificarlo en su etiquetado, esos productos son:
- Chorizo de champiñón molido con mezcla de chiles de Chata
- Chorizo de cerdo de Chata Bicentenario
- Chorizo de cerdo de Chata Ranchero
- Chorizo de cerdo de Chata Rico
- Chorizo de cerdo casero de Chimex
- Chorizo de pavo de Fud
- Chorizo de cerdo para asar de Lala Maestros Parrilleros
- Chorizo de pavo de Parma Sabori
- Chorizo de cerdo cantimpalo de Zwan
Profeco lanza alerta por esta marca en específico
A pesar de ser uno de los productos más económicos del estudio, la Profeco lanza una alerta sobre el chorizo Chata Bicentenario y es que, a pesar de que contiene soya no presenta la leyenda precautoria de la presencia de este ingrediente alérgeno como debería, por lo que incumple la norma oficial de etiquetado y se recomienda no consumirlo.
En resumen, los productos cárnicos empaquetados y vendidos en México son todo un tema para prestar atención, y es que, como puedes ver, la Profeco ha encontrado irregularidades en varias marcas, por lo que leer la etiqueta te puede ayudar a tomar la mejor decisión.
Foto de Eduardo Krajan
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