Las plantas alegran cualquier estancia en la que se sitúan y la cocina es uno de esos espacios llenos de trajín diario que bien se benefician de una buena dosis de vida y aire fresco. No obstante, muchas especies pueden ser difíciles de cuidar y, sobre todo, de mantener con vida.
Además, a esta dificultad de los elementos se le añade el hecho de que numerosas poblaciones, especialmente de Catalunya y Andalucía, se encuentran este año bajo una severa sequía que bien aconseja reducir al mínimo el desperdicio de agua.
Pero hay buenas noticias para los amantes de las plantas: existe la posibilidad de organizar en la cocina un jardín seco, una zona de plantas que no necesitan muchos cuidados y, especialmente, que no necesitan de un gran aporte hídrico.
Este tipo de plantas requiere muy poco riego (aunque sí ocasionalmente, y en el caso de los exteriores bastaría con las lluvias) y son mucha mejor opción que las plantas tradicionales, que necesitan agua cada dos o tres días en la época de mayor exigencia, como en verano.
Las mejores especies
Para proyectar una zona vegetal seca es necesario elegir especies de climas áridos, como las plantas de sabana y del interior del Mediterráneo, que se caracterizan por sistemas de retención de líquidos en su interior.
La gran especie para conseguir un jardín seco son las suculentas o crasas, especialistas en almacenar agua en su interior y de gran resistencia a las altas temperaturas que evaporan las plantas
También los agaves, procedentes de México, son plantas resistentes y carnosas que aguantan altas temperaturas y un riego realmente escaso. Estas plantas son muy decorativas y pueden quedar muy bien en un rincón de la cocina.
Asimismo, toda la familia de cactus, algunos de ellos con bonitas flores, es una opción muy versátil para dar dinamismo a una zona seca de plantas. La combinación de diferentes medidas, especies y colores de flores de cactus permitirán dotar al conjunto de una gran belleza.
En cuanto al riego, se trata, como ya se ha dicho, de plantas muy poco exigentes, de manera que se facilita enormemente el gasto de agua y bastará con cubremacetas de cualquier material parar agua del riego, ya que se pueden regar con vaporizadores o con pequeñas jeringas de agua.
Esto ayudará, sin duda, a ahorrar en la factura del agua y, sobre todo, será una aportación al esfuerzo colectivo por contener el gasto hídrico. Normalmente, las plantas se riegan con una buena aportación de agua bajo el grifo o haciendo una inmersión en un cuenco lleno. En cambio, estas especies necesitan un gesto simbólico.
Dispuestos en conjuntos
Estos conjuntos de plantas se pueden colocar en el interior de un recipiente que funcione a modo de centro de mesa, o dentro de un jarrón si se prefiere hacer en modo reducido. Para hacer un rincón más coqueto también pueden ponerse macetas de diferentes medidas, e incluso de colores diferentes en la encimera.
Otra solución es, si se cuenta de suficiente espacio, poner una estantería llena de plantas de esta tipología en varios estantes o colgar las macetas en la pared.
Foto | Rawpixel.com/Freepik y Atlascompany/Freepik
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