El mantenimiento de la mampara del baño suele ser una de las tareas más tediosas del hogar. La cal, el jabón y la humedad forman una capa opaca difícil de eliminar. Aunque esta zona forma parte de la rutina diaria, el vapor, la humedad y el jabón acaban dejando restos difíciles de eliminar.
Con el paso del tiempo, esa capa blanquecina que se acumula sobre el cristal puede parecer imposible de quitar. Sin embargo, la solución puede estar en la despensa: el vinagre blanco. Este es el remedio casero tan simple como eficaz que usan muchas profesionales de la limpieza.
Basta con aplicar el vinagre directamente con el chorro sobre el cristal, dejarlo actuar unos minutos y aclarar con un paño limpio o papel de cocina. No requiere frotar ni productos abrasivos. Su efecto es casi inmediato, devolviendo el brillo natural a la superficie y eliminando cualquier resto de cal.
Este método resulta ideal para limpiezas semanales o cuando la mampara empieza a empañarse. Además, al usarse solo sobre el cristal evita el uso de químicos que pueden dañar los perfiles metálicos o el sellado de silicona. Con constancia, el vinagre se convierte en el mejor aliado para mantener el baño reluciente y libre de manchas.
Basta con aplicar vinagre directamente sobre la superficie del cristal, sin diluir y usando el chorro del propio envase. Este líquido, económico y natural, disuelve la cal de manera inmediata.
Lo ideal es dejarlo actuar unos minutos y aclarar con un paño limpio, papel de cocina o con agua caliente, sin necesidad de frotar ni usar estropajos. El resultado es sorprendente: el cristal recupera su transparencia original y las gotas resbalan con más facilidad, evitando que la suciedad se adhiera de nuevo.
Aguas duras
Su efecto antibacteriano, además, ayuda a mantener el baño más higiénico sin recurrir a limpiadores agresivos. Para quienes viven en zonas con aguas duras, el vinagre puede aplicarse una vez por semana como mantenimiento preventivo.
Este no solo elimina los residuos de jabón, sino que también desinfecta y elimina malos olores. En baños muy calcificados, conviene repetir el proceso dos o tres veces hasta notar el brillo natural.
Eso sí, hay que evitar su uso en estructuras metálicas muy sensibles o en perfiles de aluminio sin protección, ya que el ácido acético puede alterar su color si se deja mucho tiempo en contacto. Lo ideal es enjuagar siempre con abundante agua después de la limpieza.
A diferencia de los productos comerciales, el vinagre no deja rastro ni vapores molestos. Su uso regular convierte el mantenimiento del baño en una tarea rápida y respetuosa con el medio ambiente. Además, el ahorro económico es evidente: una botella de vinagre cuesta menos de un euro y dura semanas.
En tiempos donde cada vez se busca simplificar la limpieza y reducir el uso de productos artificiales, este método casero demuestra que la eficacia no está reñida con la sencillez. Un chorro de vinagre puede ser el mejor secreto para mantener la mampara como el primer día.
Foto | Pexels
En DAP | Este sencillo método casero es ideal para limpiar el sofá sin potingues raros
En DAP | Esta es la mejor forma de quitar las manchas de los calcetines blancos, según una abuela