Si en casa os encanta disfrutar de la cocina italiana, no te limites solo a preparar pasta o pizza. La frittata es otro plato tradicional que comparte muchas características con nuestra tortilla, y de la que también existen muchas variantes por todo el país. Hoy te proponemos deleitar a los tuyos con tu propia versión de la frittata al estilo del Piamonte, sencillísima de cocinar gracias al puré de patatas Maggi.
Podríamos compararla con nuestra tortilla paisana, pues también esta frittata tiene un origen campesino humilde y una apariencia rústica, aunque irresistible. Conocida también como frittata rognosa, se caracteriza porque los trabajadores del campo enriquecían la mezcla de huevo y hortalizas con algún producto del cerdo, especialmente la carne fresca usada para hacer salchichas, y a veces añadían también pan duro picado o rallado. Había que aprovecharlo todo, y el resultado era un plato muy nutritivo y lleno de sabor, perfecto para compartir en el campo.
Hoy en día sigue siendo una receta muy querida, de la que cada familia tiene su versión. Para la nuestra, contamos con una base de puré de patatas Maggi, que nos permite lograr esa cremosidad que garantiza una frittata jugosa y sabrosa. Elaborado con un 99% de patata de la mejor calidad, el puré Maggi te permite ahorrar mucho tiempo cocinando platos originales como esta frittata, al tiempo que mantienes todas sus propiedades.
Los mejores ingredientes para hacer la frittata rústica
- 115 g (1 bolsa) de puré de patatas Maggi
- 200 ml de leche semidesnatada
- 100 ml de agua
- 8 huevos M
- 1 cebolleta
- 1 diente de ajo
- 300 g de salchicha fresca de carnicería
- 2 puñados de espinacas frescas
- Mejorana u orégano
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta
- 50 g de queso parmesano rallado
Dificultad
Fácil
Tiempo de preparación
20 minutos
Tiempo de cocción
30 minutos
Cómo se hace la frittata paso a paso
Empezamos con el puré y los ingredientes
Precalentamos el horno a 180ºC. Preparamos el puré de patatas con la leche, el agua y una pizca de sal, siguiendo las indicaciones del paquete hasta obtener un puré espeso, y reservamos.
Picamos la cebolleta y el ajo muy finos y desmenuzamos la carne de las salchichas. Picamos groseramente las espinacas y batimos los huevos en un cuenco.
Cocinamos el relleno
Calentamos dos cucharadas de aceite en una cazuela y salteamos la carne hasta que coja color. Añadimos la cebolleta con el ajo, removemos y cocinamos unos minutos hasta que empiece a estar tierna. Incorporamos las espinacas, y removemos un par de minutos hasta que dejen de estar crudas.
Hacemos la mezcla final
Batimos los huevos en un cuenco, salpimentamos y los añadimos al puré de patatas. Agregamos también la mezcla de salchicha y removemos hasta integrar, suavemente, y obtener así una masa homogénea.
Horneamos la frittata
Engrasamos una sartén o cazuela apta para el horno, de unos 28-30 cm, con el aceite restante. Vertemos la mezcla de frittata, agregamos el queso y horneamos unos 20-25 minutos, hasta que cuaje al punto que nos guste.
Los mejores trucos y consejos
Un toque más italiano
En Italia también cocinan con excelente aceite de oliva, pero en el norte del país es frecuente utilizar también mantequilla. Si quieres darle un sabor más auténtico a tu frittata, saltea el relleno con dos cucharadas de mantequilla de calidad, o usa una combinación a partes iguales con aceite de oliva virgen extra.
El secreto de su éxito
Un italiano reconocerá una buena frittata por el grosor y la textura. Aunque nuestras tortillas pueden ser más o menos gruesas, la frittata se diferencia por el interior muy jugoso y el exterior dorado, casi tostado y con un punto crujiente. Para lograrlo, procura que la mezcla no supere los tres o cuatro centímetros de grosor al echarla en la sartén o cazuela. La cremosidad del puré de patatas Maggi te ayudará a obtener esa textura melosa irresistible.
El relleno, en su punto
La mezcla de verduras y salchicha debe estar bien cocinada para que no quede demasiado dura, pero tampoco debe cocerse en exceso, o perdería sabor y textura. Echa las espinacas ya fuera del fuego para que se cuezan lo justo con el calor residual, pues terminarán de cocinarse en el horno.
Las mejores recetas de frittata
Frittatas individuales
Puedes repartir la mezcla de la frittata en pequeñas cazuelas o mini sartenes de hierro, para presentarlas en formato individual. Así lucen muy elegantes en la mesa y son una forma cómoda y divertida de servir.
Frittata de sobrasada y queso
Sustituye la salchicha por unos 200 g de sobrasada desmenuzada, mezclándola bien con los huevos batidos antes de integrarlos con el puré de patatas. Añade también 60 g de queso manchego picado o rallado grueso, para que potencie más la cremosidad del puré.
Frittata de arroz
Los italianos no solo aprovechan las sobras de pasta para hacer una frittata muy económica y sabrosa. El arroz sobrante ya cocido es perfecto para enriquecer aún más esta peculiar tortilla, y dará un toque de textura diferente al combinarse con la melosidad del puré de patatas.
Historia y origen de la frittata
Como ya hemos comentado, la frittata tiene un origen humilde, muy apegado al trabajo del campo, pero su nacimiento concreto se pierde en la memoria. Es un plato en el que, sobre todo, se aprovechaban los alimentos disponibles para cocinar una comida que fuera bien nutritiva, sin renunciar al sabor.
Al ser cocina de aprovechamiento, hay tantas frittatas casi como familias, aunque se aprecian más diferencias entre las recetas del norte y las del sur. En el Piamonte, una tierra más fría, han predominado siempre platos más contundentes y energéticos, por eso se añadían carnes como el salame della duia, una especie de salchicha.
Imágenes: Maggi e iStock/Azurita
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