El Raval suma un capítulo más a su larga historia gastronómica con la reapertura de un establecimiento que muchos daban por perdido. Tras permanecer cerrado desde la pandemia, el antiguo restaurante Segarra vuelve a encender sus luces bajo un nuevo nombre —Bodega Segarra— y un proyecto que respeta la memoria del local mientras incorpora una propuesta culinaria más actual.
Para un barrio acostumbrado a ver cómo desaparecen negocios históricos, la noticia supone una inyección de optimismo. El espacio, situado entre las calles Pintor Fortuny y Xuclà, ha reabierto de la mano del que viene siendo el resucitador de negocios locales en via muerta: el grupo Confiteria.
Sin transformar radicalmente los negocios, la apuesta de este grupo pasa por actualizar su funcionamiento manteniendo la esencia que los hizo referentes del barrio en su momento.
Bodega Segarra estará dirigida por Lito Baldovinos y Enric Rebordosa, nombres ligados a otros proyectos recuperados con éxito. Para presentar el regreso, el restaurante compartió una imagen en redes sociales acompañada de un mensaje revelador.
"El Sagarra vuelve a abrir puertas con un interior renovado que conserva el alma de siempre. Platillos clásicos con un toque moderno que conserva y una placita con siglos de historia como escenario", explicaba el local.
Con la atmósfera original
El interior ha sido renovado, pero conserva elementos del alma original del local, incluida la atmósfera de la plaza dels Gats, que sigue siendo parte fundamental del escenario.
La carta anuncia una cocina "corta y afable", diseñada para que cualquier cliente encuentre algo familiar. La propuesta se centra en tapas informales que apuestan por la tradición con ligeros toques contemporáneos. Entre los platos más destacados figuran un gran buñuelo de bacalao con alioli, un canelón asado y la chistorra de Segarra con yema, recetas pensadas para compartir y recuperar el espíritu de las casas de comidas clásicas.
El cierre del antiguo Segarra llegó en plena pandemia, cuando sus responsables, Álex Segarra e Isabel Pressequé, no pudieron continuar tras no obtener una moratoria de alquiler. Tras su marcha, el local acogió temporalmente El Banquet del chef Sergi de Meià, aunque esa etapa duró apenas unos meses. La llegada del Grup Confiteria marca ahora un nuevo inicio para un espacio que parecía condenado a la clausura definitiva.
Con Bodega Segarra, el barrio recupera un pedazo de su memoria y suma un nuevo punto de encuentro gastronómico. Un ejemplo más de cómo, en ocasiones, los negocios de siempre pueden renacer sin renunciar a lo que los hizo especiales, combinando continuidad y renovación en un equilibrio cada vez más apreciado en la ciudad.
Bodega Sagarra
- Dirección: Xuclà, 9 (Barcelona)
- Precio: 20 €
- Horario: De domingo a jueves, de 12 a 24 horas. Viernes y sábado, de 12 a 1 horas.
Foto | @restaurantsagarra