Lo dulce no solo está en los postres como podréis comprobar si os atrevéis con estos solomillos de cerdo a la canela. Un plato perfecto si queréis quedar bien y deleitar a esos amigos tan golosos que siempre están pensando en el momento del postre. Así mismo, mucho cuidado con los que tengan problemas con el azúcar, no vayáis a tener un disgustillo en plena comida. Están buenísimos, espero que os gusten.
Ingredientes: 1 kilo y 1/2 de solomillos de cerdo, 1/2 kilo de brevas o de higos, 1 manojo de zanahorias pequeñas, 200 gramos de cebollitas, 2 decilitros de miel, 2 decilitros de jugo de carne, 1/2 decilitro de aceite de oliva, 50 gramos de azúcar, 50 gramos de mantequilla, 4 clavos de olor, 1/2 cucharada de canela, 1/2 cucharadita de nuez moscada, pimienta recién molida y sal.
Preparación: Pinchamos los clavos en la carne, atamos los solomillos y sazonamos con la canela, la pimienta y la sal. Los untamos con la miel, los colocamos en una fuente de horno y los horneamos a 200 ºC durante 15 minutos, rociándolos varias veces con el jugo de la cocción.
Pelamos las cebollitas y las ponemos en un cazo cubiertas de agua con el azúcar y la mantequilla, dejándolas cocer a fuego lento hasta que están caramelizadas. Pelamos las zanahorias y las cocemos en agua hirviendo con sal; las escurrimos y reservamos. Pelamos las brevas y las partimos por la mitad. Calentamos el aceite y rehogamos las zanahorias, sazonándolas con la nuez moscada y las retiramos de la sartén. En ese mismo aceite, rehogamos las brevas y salpimentamos al gusto.
Sacamos los solomillos del horno, desglasamos la fuente con el jugo y hervimos la salsa durante 2 minutos; y ya solo nos queda servirlos en una fuente cortados en rodajas con la guarnición preparada y salsa.
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