Los alimentos crujientes nos resultan muy sabrosos y casi tienen un componente adictivo, por lo que suele ser una característica común de los snacks y aperitivos. Confieso que tengo que controlarme un poco cuando preparo bocados como estos crackers integrales con semillas, pero al menos ya nunca compro versiones similares industriales.
La receta de los crackers de espelta que compartimos hace tiempo es una de mis favoritas, aunque esta nueva alternativa se presenta como la opción más rápida cuando el tiempo -o el ansia- apremia. Sin levadura, muy ricos en fibra, la combinación de espelta y centeno potencia el sabor y color tostado que tan buena pareja hacen con las semillas.
He intentado buscar una palabra en nuestro idioma que defina a estas preparaciones, pero me rindo ante el inglés con su gran sonoridad, tan descriptiva de su textura. También en alemán parece que estás masticando el producto al pronunciar este tipo de bocados, casi se siente ese crujir en cada fonema. No son galletas, no son picos, no son regañás, no son tostas, no son biscotes... son crackers.
Volviendo a la parte culinaria del asunto, estos crackers se preparan simplemente mezclando las harinas con un poco de aceite, agua, sal y semillas a voluntad, siempre crudas para evitar que se quemen en el horno. La masa hay que ajustarla un poco sobre la marcha para que sea maleable pero no muy pegajosa, porque cada tipo de harina puede absorber una distinta cantidad de líquido.
Precalentar el horno a 180º C y preparar dos bandejas o fuentes con papel sulfurizado de hornear.
Disponer en un recipiente las harinas con la sal y remover con unas varillas para romper los grumos. Añadir las semillas, el aceite de oliva y el agua, y empezar a mezclar.
Amasar hasta tener una consistencia maleable, algo dura pero que no se rompa al aplastarla. Añadir un poco de agua (de muy poco en poco) si estuviera muy seca, y reamasar hasta que no hayan grumos secos.
Estirar con rodillo sobre una superficie limpia formando un cuadrado o rectángulo aproximado de unos 30 cm de lado largo. Debería quedar un grosor de menos de 5 mm. Cortar tiras largas con un cuchillo, y distribuirlas en las bandejas.
Pintar con un poco de agua o de aceite, y agregar más semillas por encima si se desea. Hornear durante unos 12-15 minutos, vigilando bien que no se quemen.
Es aconsejable girar las bandejas a mitad de la cocción para que se hagan de uniformemente por todos los lados, pero siempre vigilando, que es una masa que se puede quemar rápidamente.
Esperar a que se enfríen casi del todo antes de romper con las manos en porciones de un bocado. Pueden quedar rústicas e irregulares, es parte de la gracia. Guardar en un recipiente hermético.
Con qué acompañar los crackers integrales
Como decía al principio, estos crackers de smeillas están deliciosos acompañados de buen queso, especialmente variedades curadas o más aromáticas, aunque también van de miedo con los cremosos para untar. Otra opción es tomarlos con hummus, guacamole o cualquier dip que nos guste, a modo de aderezo de cremas y sopas, o, simplemente, como picoteo a cualquier hora.
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