Liliana Fuchs
EditorEl calor extremo no solo es desagradable, también es muy peligroso. Aunque deshidratación y golpes de calor no lo mismo, sí están muy relacionados, pues un organismo deshidratado no funcionará correctamente y puede tener consecuencias muy graves en la salud. Por eso, junto con otras pautas preventivas, mantener una correcta hidratación es clave cuando más calor hace, sobre todo si se mantienen las altas temperaturas durante muchos días.
El mito de los dos litros u ocho vasos de agua diarios está sobradamente desmentido por la ciencia, y muchos expertos y organismos como la OMS recuerdan que no existe una cantidad exacta de agua que tengamos que beber. La realidad es que depende de multitud de factores, empezando por la condición física o el estado de salud de cada individuo. Por ejemplo, los niños, las mujeres embarazadas y los ancianos son más susceptibles a sufrir los efectos de la deshidratación y de un golpe de calor.
Además hay muchos factores externos que pueden aumentar o disminuir las necesidades hídricas del cuerpo: la actividad física, la temperatura ambiental y la humedad, la exposición directa al sol, la ropa que llevemos, etc. También influye la dieta, el metabolismo, si hemos consumido alcohol, si nos estamos medicando o si padecemos alguna enfermedad o condición específica. Y puede ser tan perjudicial beber poca agua como hacerlo en exceso.
Se calcula que entre un 50 y un 70% del peso de nuestro cuerpo es agua, por lo que es un elemento imprescindible de nuestra dieta diaria. Desde la Federación de Sociedades de Nutrición (FESNAD) y el Ministerio de Sanidad recomiendan que el 80% de la hidratación diaria provenga del agua, y el 20% restante de otras bebidas -no alcohólicas y preferiblemente no azucaradas- y de la alimentación.
Una pista para saber si no estamos bebiendo suficiente agua es prestar atención a nuestro cuerpo. Sentir sed es un signo de alerta del organismo que nos avisa de que ya estamos por debajo del nivel adecuado de hidratación, por lo que no hay que esperar a estar sedientos para beber agua.
Beber agua durante las olas de calor
Ante episodios de altas temperaturas como las olas de calor, o simplemente durante el verano cuando más suben los termómetros, sí se recomienda cuidar más la ingesta de agua y aumentarla con respecto al resto del año. Se considera que a partir de 30ºC y una alta humedad ambiental hay que aumentar la cantidad de agua que se ingiere, porque el organismo se deshidrata más rápidamente.
AESAN
- Se recomienda beber unos 10 vasos de líquidos diarios, entre 1,5 y 2 litros al día para compensar las pérdidas del sudor y la orina. Las mujeres embarazadas y lactantes deben aumentar aún más esta ingesta.
- Hay que evitar pasar demasiado tiempo sin ingerir ningún líquido, ya sea agua u otras bebidas hidratantes como infusiones, zumos, leche o bebidas vegetales, siempre sin alcohol, o alimentos muy ricos en agua.
- A la hora de practicar deporte o alguna actividad física leve-moderada, se recomienda ingerir entre 150-250 cc de agua cada 20 minutos desde el comienzo de la misma.
- A partir de 30 minutos de ejercicio de cualquier tipo, se recomienda siempre rehidratarse.
- En competiciones más intensas se recomienda una hidratación de 5-7 ml por kio de peso, unos 400-600 ml en las tres o cuatro horas anteriores.
- Nunca hay que esperar a tener sed cuando hace mucho calor.
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