Con esto de tener peques, muy peques, es un tanto complicado poder ir a algunos sitios, en especial a restaurantes. Así que aprovechamos entre semana que el peque está en el cole para ir de excursión al mediodía a comer. Desde hace tiempo tenía ganas de ir a Cilantro Gastrobar ya que había leído buenas críticas del sitio.
Al margen de la palabra gastrobar, que en mi opinión está demasiado usado, debo decir que nos gustó bastante. Ya sabéis que soy de los que dice la conclusión antes de contar como fue la comida. En especial nos gustó la relación calidad/precio del sitio. Pero primero os contaré lo que comimos y después vemos el precio, a ver si os sorprende igual que a mi.
Bueno, lo de los gastrobares es algo así como la panacea universal de la gastronomía del siglo XXI, en especial de los últimos años. Quien sabe en qué acabará todo esto, cómo se llamarán los sitios como creaciones propias, adaptaciones interesantes, buen producto y precios razonables o incluso asequibles, si de momento se llaman gastrobar, pues así habrá que llamarlos - qué remedio -.
Después de perdernos un poco para llegar hasta Cilantro Gastrobar. La culpa la tuvo en exclusiva Google Maps, que localizó el sitio en la Plaza del mismo nombre de la calle donde está. El local es pequeñín y la sala de complicado acceso si vais con pequeños en silleta de ruedas. Pero no hay nada imposible.
La sala es pequeña pero confortable, además tuvimos la suerte de poder comer sin muchos acompañantes por lo que el ruido, que es una de las cosas que más me molesta mientras, como no se notó. Además el servicio de mesa muy atento, tanto hacía nuestras necesidades como en aconsejar sobre la carta. Pero llegamos a lo interesante, la comida.
La carta es bastante extensa, de hecho me sorprendió la variedad, aunque va con truco. Hay una parte de pintxos que son parte de los propios platos o raciones de la carta pero en menor cantidad, por lo que cuando sois dos personas está muy bien, ya que no te obliga a pedir una ración completa que puede ser peor.
De primero no podemos evitar pedir salmorejo si es que en la carta está. Y en este caso estaba un salmorejo cordobés retocado, huevo duro y jamón ibérico. Si bien lo de retocado lo notamos en otro plato, en este caso no lo notamos tanto, tal vez tenía un sabor un pelín más fuerte del habitual del salmorejo pero creo que era por el aceite de oliva virgen extra utilizado. De todas formas muy rico. Por poner una pega, creo que un sitio de calidad se merece un pan de calidad. O por lo menos es que me fijo demasiado en el tema pan de los sitios a los que voy, y en este caso cojeaba un poco en ese aspecto.
También pedimos las patatas bravas retocadas (patatas con piel en gajos, jalapeños, pico de gallo y espuma de alioli). Unas patatas bravas muy originales y que nos gustaron mucho. No esperéis la salsa de aceite y pimentón picante o la salsa brava de otros sitios. Aquí lo que pica son los jalapeños que tiene debajo de la espuma de alioli.
Continuamos por un par de txipirones de anzuelo de Txingudi a la parrilla, cebolla confitada y vinagreta de tintas, una tapa que puede ser en ración y que si vais de cañas o a tomar vinos a este sitio debe ser una de la que pidáis si o sí.
Esta hamburguesa junto con la de arriba fue nuestro principal. Las dos diferentes, la de la entrada es la clásica y la que yo pedí es la Gastrohamburguesa de otoño, 200 g de lomo de buey Angus tejano picado finamente y hecho a la parrilla de carbón con láminas de hongos frescos y salsa Strogonoff. Muy rica, ninguna pega, una de las hamburguesas que hay que conocer de Madrid sin duda. Aunque tal vez la próxima vez me pediré la clásica, no terminó de convencerme los hongos frescos ni la salsa, pero probé la otra hamburguesa y estupenda.
Y para terminar los postres. Por un lado la tarta tibia de chocolate Gianduja y un helado de chocolate Guanaja 80%. Al que no tengo nada que añadir, es que el chocolate siempre gusta.
Las chuches, licuado de piruleta, helado de chicle, espuma de regaliz y petazetas aunque en esta ocasión no hubo tales porque se les habían terminado. Este postre es para los más golosos. Advertidos estáis.
Cilantro Gastrobar
Calle del General Alvarez de Castro, 7
Madrid
914 45 55 53
Precio por persona (sin vinos) 25 euros
En Directo al Paladar | Las mejores hamburguesas de Madrid