Andalucía es tierra de numerosos castillos y fortalezas que aún siguen en pie, testigos de piedra de siglos tumultuosos repletos de batallas y guerras. En la provincia de Huelva resiste uno de los conjuntos amurallados más antiguos del país, una villa medieval de origen romano que fue durante mucho tiempo objeto de deseo de conquistadores y gobernantes.
Hablamos de Niebla, un municipio tan sugerente como su bello nombre que aguarda al visitante tras unas murallas que llevan siglos protegiendo a sus habitantes desde lo alto de una colina, flanqueadas por el río Tinto. Declarada Conjunto Histórico-Artístico, la ciudad fortificada de Niebla es una de las más bonitas de la provincia y toda una joya patrimonial llena de monumentos que narran su rica historia.
Los orígenes de la villa hay que buscarlos en el Neolítico, aunque la fundación de la población como tal se cree que se debe a a los fenicios o los turdetanos. Los romanos se la arrebataron a los cartagineses y reformaron la villa, dejando su presencia sigue viva tanto en las bases de su conjunto fortificado como en el magnífico puente levantado en tiempos de Trajano, reformado en 1936, tras la voladura de uno de sus arcos al comenzar la Guerra Civil.
Tras pasar por el dominio visigodo, comenzaría una próspera época bajo la cultura musulmana que se extendería durante 544 años. Almorávies y almohades dejarían su impronta hasta la reconquista de la villa por Alfonso X el Sabio en el siglo XVII, en una importante batalla tras meses de asedio, que además fue la primera vez que se usó la pólvora en España.
Así pues, visitar Niebla obliga a atravesar la muralla a través de alguna de sus puertas, como la Puerta del Socorro, que dirige además a la iglesia gótica de San Martín, construida sobre una anterior mezquita de la que conserva el ábside. El camino hacia el castillo pasa por el antiguo Hospital de Nuestra Señora de los Ángeles, edificio barroco que hoy acoge la Casa de Cultura.
En esa misma plaza se alza el Ayuntamiento y la iglesia la iglesia de Santa María de la Granada, que mantiene las huellas de todas las culturas que han pasado por la localidad en una suerte de templo multicultural.
Ya en lo alto del castillo fortaleza se puede admirar la imponente construcción, sus magníficas vistas desde lo alto y también acceder a la visita de los espacios abiertos al público, previo pago de entrada, con visitas guiadas disponibles y más que recomendables para conocer con detalle la historia y devenir de la fortaleza.
Nació bajo dominio romano como ciudadela donde habitaba el decurión, cuya construcción original aún conserva muestras arquitectónicas, pasando después a propiedad visigoda y convirtiéndose ya en alcázar o castillo de posición estratégica por parte de los musulmanes para el dominio de la zona y protección de la villa.
El adarve de niebla es de los más completos que se conservan de toda la Península de estilo almorávide, y aunque la localidad ha sufrido terremotos, batallas y saqueos, impresiona la sólida construcción de sus murallas, torres y fortaleza, un conjunto patrimonial de excepción en el que hoy se trabaja para su protección y restauración.
Imágenes | Niebla - JuanBZamorano
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