Es muy posible que pertenezca el club de la gente a la que el mundanal ruido se le hace bola cuando hablamos de las fechas navideñas. Nadie te va a criticar por ello, y menos nosotros, pero lo cierto es que hay algunas escapadas que podemos hacer durante el otoño, que nos vienen de maravilla para desconectar o para reconectar.
Es precisamente lo que sucede en Aracena, un pequeño pueblo ubicado en la Sierra de Huelva, que prácticamente concentra la totalidad de su actividad económica al cerdo ibérico.
Muy cerca de Jabugo, el epicentro del jamón ibérico de la provincia, este pequeño pueblo incrustado en un valle entre sierras es perfecto para decir adiós al ruido de la ciudad durante unos días.
Evidentemente, el motor gastronómico de Aracena nos invita a hincharnos a jamón ibérico (y a otras delicias del cerdo) a troche y moche. Sin embargo, Aracena tiene una cantidad de patrimonio cultural, arquitectónico y natural, que puede hacer que un fin de semana se te quede más que corto.
Qué ver y qué hacer en Aracena
Evidentemente, la dominancia de lo natural es abrumadora, sirviendo el Parque natural de Sierra de Aracena y picos de Aroche como la escapada verde perfecta de este otoño. En ella vamos a empezar a ver los colores o crees de determinados árboles, pero también el verde perenne de encinas y alcornoques, lo cual genera un contraste de color precioso en cada paseo.
Sin embargo, no todo circula a ras de suelo en Aracena. Sus subterráneos también nos tientan, como sucede con la Gruta de las Maravillas, un manantial de aguas claras, que se sucede durante galerías y salones en un conjunto kárstico, que lleva puliéndose por el paso del tiempo y la erosión del agua durante miles de años debajo del Cerro del Castillo.
Ya de nuevo en tierra firme, Aracena también sorprende con un patrimonio arquitectónico e histórico, de primer orden de los que son testigos en este mismo cerro, el monumental castillo de Aracena, situado frente a la Iglesia Prior de Nuestra Señora del Mayor Dolor, el mejor elemento de arquitectura sagrada del pueblo.
Sin embargo, no todo en Aracena es radicalmente antiguo. Curiosamente, podríamos considerar Aracena como la pequeña Sevilla, ya que gracias al dinero que se generó en la pueblo a principios del siglo XX, debido al comercio con el cerdo ibérico.
Aracena comenzó a crecer y a construirse en ella nuevos edificios como es el caso del casino de Arias Montano, el edificio del ayuntamiento, la plaza de abastos y el cortijo de San Miguel, siendo diseñados casi todos ellos por el arquitecto Aníbal González, famosísimo por haber realizado la plaza de España en Sevilla.
Tres noches en el hotel Barceló Aracena **** para dos personas.
Además, debido en cada vez más creciente turismo, Aracena goza de diferentes hoteles de cuatro y cinco estrellas en su casco histórico como es el Barceló Aracena, un hotel de estilo vanguardista ubicado en una de las partes más altas del pueblo y que goza de unas vistas únicas del valle, constando tanto de 69 habitaciones como de 14 villas independientes para mayor confort y comodidad.
Imágenes | iStock
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