Mercado de San Miguel en Madrid

Mercado de San Miguel en Madrid
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Hace unos días reinauguraron el Mercado de San Miguel en Madrid por lo que tocaba visita obligada por todas las cosas oídas y leídas de él. Aunque primero y antes de nada, quería rendir un homenaje a muchas de las personas que en su día (antes de la remodelación) trabajaban en los puestos del Mercado y que se vieron obligadas a vender y marcharse de allí para no volver. La verdad que no se qué pasó al final, si vendieron a gusto o no. Sea como sea, espero que la gente que compre allí se acuerde de ellos hoy en día.

La remodelación del Mercado de San Miguel se ha realizado conservando todas sus características originales de cuando fue inaugurado por primera vez en mayo de 1916. Es un edificio de planta baja declarado Bien de interés Cultural con una estructura de hierro y una crestería de cerámica que corona toda la cubierta. Además con suelo de granito y totalmente acristalado. Reformado para entrar en el siglo XXI, así que no es raro ver ordenadores en los puestos de trabajo y tenderos con auriculares bluetooth.

La visita como he dicho era obligada y obligado será el volver de vez en cuando ya que en muy pocas ocasiones las personas que amamos la gastronomía, casi por encima de cualquier otra cosa material, tenemos lugares con una variedad y calidad tan buena de productos.

Espacio de ocio gastronómico

Lo más destacable del nuevo Mercado de San Miguel es su capacidad para ser un centro multiusos. De esta forma de los 33 puestos que hay, son muchas las bodegas, bares o cafeterías que hay. Eso sí, no vale cualquiera y todo esta cuidado al mínimo detalle y con gran calidad, tapas de primera, gran bodega de vinos, etc. Estos puestos del mercado cierran a las 2 de la madrugada, así que tendré tiempo de visitarlos poco a poco.

Mucha importancia de las  bodegas en el Mercado de San Miguel en Madrid

El mercado está justo al lado de la Plaza Mayor y de la calle Mayor, bajando desde la Puerta del Sol hacia la calle Bailen y muy cerca del antiguo Ayuntamiento de Madrid. Lo que es muy propicio para turistas de fuera y dentro de Madrid (entre estos últimos me encuentro yo) y un placer para los vecinos de la zona, espero. Aunque esto último lo tendrán que decir ellos.

Muchísima gente curioseando había en el mercado. A mí el puesto que más me ha gustado, más que nada por la falta que hay en Madrid de carnicerías donde mimen el producto de esa forma, es la carnicería francesa. Limpieza, orden, cuidado, calidad, amabilidad, atención, etc. Es como podría definir rápido y corriendo este y todos los demás puestos. Yo compré unas Paupiette de ternera, que estoy deseando comer, pero había una selección de todas las elaboraciones francesas que podamos probar.

Muy curiosa la carniceria francesa del Mercado de San Miguel

Degustaciones variadas

En el mercado no solo se puede comprar en la frutería, carnicería francesa, chocolatería, pastelería, pastas, legumbres, especias, panadería, salazones, quesos, ostras, comercio justo, etc. Sí ostras. El puesto más pequeño del mercado pero seguramente en el que más gente había agolpada era un puesto de ostras y champagne. Además ostras de un calibre como pocas veces se ven.

La calle mayor y arenal se caracterizan por tener muchos bares donde comer ostras, así que creo que este será un lugar de referencia para todos. Además se pueden degustar raciones de quesos en un puesto dedicado solo a la venta de estos productos. Hay una chocolatería del Horno San Onofre o una pastelería vienesa que tengo que decir que tiene la mejor Sacher que he probado en muchísimo tiempo.

Y no quería dejar de comentar la existencia de una librería gastronómica dentro del mercado. ¡Ah! Y una tienda de utensilios y cuchillos de cocina.

Un puesto solo para ostras del Mercado de San Miguel

¿Peros?

Esperanza Aguirre vendió el cierre del mercado como una remodelación necesaria para el resurgir del mercado tradicional. Renovación o morir. Ciertamente el Mercado de San Miguel es la renovación absoluta del mercado tradicional, pero ¿a qué precio? Yo creo, como una persona que le encantan los productos gourmet, que el mercado encaja perfectamente en mi forma de pensar pero para nada es un mercado tradicional con carnicerías Jesus o frutas Pepe. Un vecino no podrá ir a comprar todos los días, no tiene donde elegir. Una carnicería, una frutería, un puesto de salazones, una panadería, etc.

Sí todos los puestos con lo mejor de lo mejor, pero el espíritu que se vivía en este mercado no es igual que el espíritu de mi barrio. Donde la gente va con sus carros a la compra, ve a los vecinos, conversan del tiempo. No me gusta tener que decirlo, pero no es un mercado tradicional. Solo es una forma nueva de mercado que espero vaya genial. Mi próxima visita ya se la tienen ganada.

Más información | Mercado de San Miguel
En Directo al Paladar | Mercados en Roma (I): Mercado de Testaccio
En Directo al Paladar | Mercados en Roma (II): Mercado Campo de’ Fiori

Comentarios cerrados
Inicio