Agricultores y productores llevan meses anunciándolo, y las peores previsiones se están cumpliendo. Con el precio del aceite de oliva disparado, las perspectivas de que vaya a bajar no son muy favorables, y las primeras noticias que llegan de los olivares tampoco. Conscientes del problema añadido que supone para el presupuesto de muchas familias, la OCU recuerda que existen alternativas al aceite de oliva virgen extra para cocinar en casa.
Nuestro tan alabado oro líquido se considera la base de la dieta mediterránea y la grasa más saludable en términos absolutos, siempre que sea 100 % de oliva virgen, cuanto más fresco mejor, y correctamente conservado y utilizado. Pero eso no quiere decir que no podamos usar y consumir otras grasas que también pueden ser beneficiosas para la salud, y muy útiles en la cocina.
Recordemos además que a efectos de beneficios el aceite de oliva virgen es igual de saludable que el virgen extra; la gran diferencia está en el aroma y sabor, y en el precio, pues puede ser mucho más barato.
Otras grasas y aceites para usar en la cocina
La OCU nos recuerda que es importante tener en cuenta para qué vamos a usar la grasa que necesitamos en la cocina, y así elegir en consecuencia.
En crudo. Para consumir directamente, por ejemplo aliñando una ensalada, una pizza, unas verduras o crema o sopa caliente o fría, nos interesa un aceite con un sabor agradable. Además del virgen extra tenemos aceites muy aromáticos como el de nuez o el de semillas de calabaza. Si lo vamos a usar en una salsa como la mayonesa, podemos escoger un aceite de oliva más suave o combinarlo con otro más neutro, como el de girasol, soja o colza.
Para freír o saltear. Especialmente en las frituras nos interesa una grasa que resista bien las altas temperaturas manteniendo su estabilidad. Aceite de oliva refinado, girasol alto oleico y de orujo de oliva son las mejores opciones y las más económicas, o algún aceite etiquetado como especial para freír. También son de sabores neutros.
Para hornear. Bizcochos, galletas, panes, magdalenas y otras masas para cocer al horno también necesitan un aceite resistente a los cambios de temperatura, y generalmente se prefiere un sabor neutro. El aceite de girasol alto oleico es la mejor alternativa para la OCU, o un aceite de oliva más económico.
Otras grasas. Mantequilla y nata son las alternativas animales más más recomendadas para sustituir en determinados casos al aceite, siendo menos recomendable por su alto contenido en grasas saturadas la manteca, y poco recomendable la margarina vegetal. La mantequilla aporta un buen sabor y textura a muchas elaboraciones tradicionales, como salsas cremosas o la bechamel, siempre que no se caliente en exceso, y es perfecta para hornear.
La OCU nos recuerda, además, que las grasas son necesarias para la salud del organismo pero no deben consumirse en exceso, y que a la hora de freír siempre hay que hacerlo a alta temperatura, sin superar el punto de humo de cada variedad, y sin quemar los alimentos.
ESENCIA CALIFAL | Aceite de Orujo de Oliva 5L
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