El cliché caricaturesco del chef orondo parece cada vez más cosa del pasado, aunque tiene cierto sentido si se analiza la profesión en su sentido más tradicional. El afán de las últimas generaciones de cocineros famosos por mantenerse en forma podría verse como una reacción contra ese estereotipo -y que los vincula a la figura del divo musical o actoral-, pero que Dani García también ha abrazado con el objetivo de mejorar su salud.
Ya no solo por estar al frente de varias cocinas y liderar proyectos gastronómicos en todo el mundo; el malagueño es también una figura pública que comparte contenidos y hace colaboraciones con marcas y empresas, sin descuidar sus numerosas redes sociales, donde suelen triunfar más las recetas gochas, como los famosos mac & cheese o aquellos dónuts exageradamente calóricos. Menús como los que lanza en su delivery de The Gaming Family o las colaboraciones con McDonald's no son, digamos, muy ligeras y sanas.
A todo esto se suma la rutina habitual de un cocinero que debe probar constantemente lo que sale de su cocina, los productos que le llegan de proveedores, nuevos platos de futura creación, etc. Sin olvidar que a estos profesionales -como a Dabiz Muñoz, entusiasta runner-, les apasiona su profesión y disfrutan como nadie la cocina. Un modo de vida difícilmente compatible con una dieta equilibrada si no se controla.
Parece que todo esto le ha ido pasando factura al cocinero andaluz hasta que ha decidido tomar cartas en el asunto y plantear un cambio. Así, recientemente ha anunciado orgulloso el logro de haber perdido hasta seis kilos en solo 14 días, una hazaña que se quiere ver como la dieta casi mágica, pero que tiene cierto truco detrás.
Primeramente porque es todo parte de un reto lanzado por la compañía de seguros Mapfre, o así podemos deducir de las menciones a distintas cuentas y hashtags vinculados que García hace en sus publicaciones. Y, en segundo lugar, pero no es una dieta per se, sino, como hemos dicho, un cambio de hábitos y rutinas.
Y ahí está la clave para que un proceso de adelgazamiento tenga éxito y evitemos el efecto rebote: modificar nuestro estilo de vida, adaptar la alimentación a nuestras necesidades y adoptar rutinas que deben generar adherencia constante. La pérdida de peso saludable debe ser consecuencia de esos cambios, no el puro objetivo.
Dani García la logrado resultados visibles en tan poco tiempo con algo tan simple como preparar comidas equilibradas y saludables siguiendo un plan de nutrición supervisado por profesionales, siempre compaginado con el ejercicio físico, algo fundamental para mantener un buen estado de salud y potenciar el déficit calórico.
Las dietas radicales o que plantean un adelgazamiento rápido a corto plazo están desaconsejadas, aunque el chef se planteó comenzar así directamente en las primeras semanas para luego pasar a una pérdida más progresiva, buscando adelgazar 20 kilos en ocho meses. Estas dos semanas ha contado con el asesoramiento constante de profesionales que no pusieran en riesgo su salud.
El ayuno intermitente de 12 a 14 horas ha sido en su caso una buena ayuda para comenzar esa pérdida de peso, además de eliminar productos de su dieta como los dulces y evitar el exceso de frituras o grasas, sin tenerlas prohibidas. A una buena dieta se han sumado rutinas intensas de cardio para la quema de grasa, ejercicios de fuerza y movilidad y sumar más actividad con gestos sencillos como usar siempre las escaleras.
Hacer de comer: Las mejores recetas (F. COLECCION)
En sus redes sociales comparte también algunas de las recetas que está preparando estos días, animando a sus seguidores a probar platos más ligeros pero que también pueden ser muy sabrosos y apetecibles. Porque ese es otro de los secretos no tan secretos de adelgazar: seguir disfrutando con la comida.
Fotos | Grupo Dani García
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