Pasear por las calles de una ciudad cualquiera, mirar escaparates, entrar en las tiendas bonitas y de pronto tropezar con cualquier ingrediente para nuestra cocina, con el que no podremos vivir de ahí en adelante es algo que le pasa a cualquiera.
Estamos hablando de uno de esos caprichos gastronómicos que vienen en botes muy pequeños, o no, con precios muy grandes; una sal negra venida de las profundidades de un montaña que está en la Conchinchina; un café que ha salido de algún extraño sitio muy lejano; un aceite aromatizado con una flor que solo se abre el 29 de febrero; una de esas extrañas cosas, que visten tanto nuestra despensa y que por una sola vez nos hemos permitido el excesivo gasto. Sobre este tipo de producto versa la pregunta de esta semana.
¿Qué capricho gastronómico os ha salido más caro?
Como siempre estáis invitados a dejar respuestas en la sección de Directo al Paladar Respuestas.
Respuesta de la semana pasada: ¿Cuál es el plato que peor os ha salido nunca?
Gratamente sorprendido estoy por la cantidad de respuestas que hemos recibido a la pregunta de la semana pasada. Han sido tantas y tan divertidas, que ha resultado más que complejo decidir cual se destacaba especialmente en este post. Así que he comprobado cuales de ellas tenía puesto el cartelito de “brillante” que aparece al lado del comentario, cuando es votado por varias personas y como ahora mismo solo hay tres destacado, he decidido poner aquí los tres, aunque en un principio sea un poco excesivo.
La primera respuesta ha sido la más votada, la escribió Helena del Valle y nos dice:
Yo tengo las especias en un frasquitos transparentes todos iguales que son monísimos. Una vez haciendo torrijas de Semana Santa, mi hijo entonces pequeño,trajo a sus amiguitos del cole a merendar, les dijo que las torrijas de su mama eran las mejores del mundo..
yo saque mi fuente de torrijas y veo que muerden..se ponen coloraos..y uno de ellos se pone hasta a llorar. Yo horrorizada. Las pruebo, ¡En lugar de canela las habia pasado por pimentón picante! Mi reputación como cocinera en el colegio de mi hijo quedo totalmente destrozada. Desde entonces no todas las especias estan en frasquitos transparentes, además el pimentón pierde su color rojizo y se vuelve marrón
La segunda más votada ha sido la respuesta que nos dió Franchessca, y que personalmente me resulta más que familiar la experiencia:
Pues venian unos familiares a merendar y me pareció oportuno preparar para ellos una estupenda tarta de chocolate.Fué estupenda si,pero solo de aspecto, probarla y querer que la tierra me tragara fué todo uno. Habia comprado unos graciosos tarros para el azucar y la sal, me equivoqué al llenarlos y ¡¡¡zás!!! le plante 12 generosas cucharadas soperas de sal a la tarta de chocolate. Aquello era vomitivo!!! y me quedo corta en la expresión. Muchas tartas después…todavia hay algún resentidillo que aprovecha la menor ocasión para meter el dedo en el chocolate… digo en la llaga!!! y lo saca a relucir.
Y por fin, con la tercera, descubrimos uno de los platos que se ha dado más disgustos a nuestros lectores, conocemos la entrañable experiencia de manos ossun24, un niño por aquel entonces:
Sin ninguna duda, una tortilla de patatas. Tenía yo doce o trece años y quise dar una sorpresa a mi abuela, que venía a cenar conmigo (mis padres no estaban). Hice la tortilla con forma de tortilla… pero sin freir las patatas ni la cebolla antes!!! Os podéis imaginar la cara de mi abuela al probarla. Con la ilusión que le había hecho, y lo bonita que había quedado.
Ahora le toca el turno a los lectores, para dar respuesta a la pregunta de esta semana. Animamos a contestar como siempre en respuestas de DaP.
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