El historiador especializado en cocina mexicana, Gustavo Arellano, describe el el Tajín como "un estilo de vida". Una afirmación rotunda que sintentiza la importancia que este condimento ha adquirido en México y también ya fuera de sus fronteras, pues su poder sazonador conquista la despensa de todo el que lo prueba. Y no deja de ser curioso que en realidad tenga muy corta vida en una gastronomía de tantos siglos de tradición.
Se da además la circunstancia de que Tajín -no confundir con tajine- es el nombre de la marca que lo creó, un invento familiar convertido hoy en un icono de la cocina mexicana, un producto básico de hogares, restaurantes, cafeterías y puestos callejeros ambulantes. Tajín ha logrado eso que tantas compañías aspiran, que se vincule directamente el nombre de la marca con el producto en sí.
Tímidamente y sin hacer mucho ruido ha ido introduciéndose en el mercado español, siendo ya relativamente fácil de encontrar tanto en tiendas latinas como en algunos supermercados. En un mercado donde la cocina mexicana hace tiempo que dejó de ser novedad y que sigue más de moda que nunca, era cuestión de tiempo que Tajín desembarcara junto a las bolsas de tortillas para tacos, salsas para fajitas y botes de frijoles.
Qué es el Tajín
Tajín es un condimento seco, un sazonador o aderezo en polvo granulado que se presenta normalmente en un envase característico de la marca, con forma de botella de plástico transparente y apertura superior.
Sus ingredientes son pocos y simples: mezcla de chiles, sal marina y zumo deshidratado de lima -llamada limón en México-, además de corrector de acidez E-330 -ácido cítrico- y antiaglomerante E-551, aditivos habituales en este tipo de productos.
A la vista luce un aspecto de pequeños gránulos irregulares combinados con granos de sal y piezas más alargadas, es decir, no es realmente una textura de polvo. Lo que más llama la atención es su color rojo vivo, intenso, con matices anaranjados, un tono totalmente natural en el que no intervienen colorantes, sino los pigmentos de los chiles secos.
No tiene gluten y tampoco alérgenos de declaración oblitarria, ya que la compañía asegura que se garantiza que no existe riesgo de contaminación cruzada. Además es kosher, para más detalles.
Origen e historia del Tajín
Decíamos que es un producto de creación reciente, pero no se puede obviar que bebe directamente de la larga tradición culinaria mexicana y del legado histórico, social y cultural de todos los pueblos que a lo largo de los siglos han moldeado la identidad mexicana y sus gustos a la hora de cocinar y comer.
Es un país donde hay un especial gusto por los sabores intensos, donde el abuso de la sal ha sido en grave problema de salud durante mucho tiempo y donde el picante es parte de su esencia. Salsas, hierbas y especias campan a sus anchas, con el gran protagonismo de los chiles.
Tenemos que remontarnos al Jalisco de la década de 1960 para conocer su origen. Allí nació y se crio Horacio Fernández y, quien disfrutaba de la cocina familiar y, especialmente, de la de su abuela 'Mamá Necha'. Esta elaboraba una salsa especial casera a base de siete chiles diferentes que causaba sensación en toda la familia, y que conquistó desde bien niño a su nieto.
Ya más mayor, mientras disfrutaba como tantas veces de su ración de salsa embadurnando las mazorcas de maíz cocidas -elotes-, tuvo la feliz idea de trabajar para poder llevar los sabores de ese condimento a todo el mundo, compartir su felicidad y el secreto de su familia con todo aquel que quisiera probarlo. Y ya de paso, convertirlo en la gallina de los huevos de oro.
Fernández desarrolló así un método para deshidratar los chiles y el zumo de lima de tal modo que conservaran sus aromas originales y recrear en seco los sabores de su infancia. Solo había que añadir sal y convertirlo en un producto apto para ser fabricado a gran escala y distribuido con seguridad.
En 1985, visitando el yacimiento arqueológico Tajín en Veracruz, descubrió que "ají" es chile en taíno, una lengua indígena ya extinta. Cuenta que quedó tan impresionado por los restos arqueológicos y su esplendoroso pasado que decidió bautizar su producto con el nombre de Tajín, y así ligarlo a la propia cultura mexicana y su glorioso pasado.
El día 23 de diciembre de aquel mismo año fundó su empresa en la ciudad de Zapopan (Jalisco), donde a día de hoy mantiene la sede Industrias Tajín, S.A. Tras lograr un apabullante éxito en todo el país, en 1993 comienza a exportarse por primera vez a Estados Unidos, donde primero la comunidad inmigrante lo acoge y populariza, extendiéndose posteriormente por toda la nación.
Ya en el nuevo milenio, la marca vive un rebranding renovando instalaciones, su botella y su comunicación, exportándose a Centroamérica, Europa, Asia y África, llegando progresivamente a más países. La empresa además ha sido sumando otros productos a su catálogo, manteniendo siempre como estrella el Tajín Clásico.
Ácido, dulce y salado
El Tajín luce en su etiqueta un marcados de nivel de picante con cuatro llamas de las que solo aparece marcada la primera. Es decir, tiene un nivel bajo de picante apto incluso para los más novatos o sensibles, pero su sabor es muy intenso gracias a la combinación de elementos en armonía por contraste.
Responde a ese tipo de aderezos tan del gusto mexicano que mezcla matices ácidos, dulces y salados, un trío que hace magia en la cocina y que revive cualquier plato o producto, sea vegetal o animal. La acidez de la lima, fresca, aguda y viva, equilibra los aromas dulzones, especiados y ahumados de los chiles, todo potenciado con la sal marina.
Son sabores que funcionan especialmente bien con frutas y verduras naturalmente dulces, y por eso sigue siendo el uso más popular de este aderezo. Pero tienen otra particularidad, ya que unidos en la boca despiertan las papilas gustativas, generan salivación y activan los receptores del gusto en el cerebro, ayudando a distinguir y apreciar más los demás componentes del plato o bebida.
Propiedades nutricionales
Como aderezo seco, las propiedades nutricionales del Tajín son prácticamente insignificantes, pues las cantidades a usar por porción suelen ser muy pequeñas, estableciendo la marca como ración recomendada 3 g de producto.
Si nos fijamos en las medidas estándares cada 100 g de alimento, el Tajín presenta 152,3 kcal, 2,3 g de grasas, 29,3 g de hidratos de carbono, 9,2 g de fibra y 3,6 g de proteínas. Pero donde sí nos debemos fijar es en la cantidad de sal.
Al ser un ingrediente básico de su composición, el Tajín es rico en sal, con 48,4 g por cada 100, que nos deja unos 581 mg de sodio por porción individual. Es decir, no hay que abusar y conviene controlar su consumo si nuestra dieta ya es rica en sal añadida o si tenemos que reducirla por motivos de salud.
La marca tiene en su catálogo una versión de Tajín clásico bajo en sodio, además de dos salsas y un Tajín especial habanero más picante.
Cómo usar las especias Tajín en la cocina
La forma más tradicional y sencilla de probar el Tajín y descubrir sus posibilidades es empezar aderezando fruta fresca al gusto. La receta de mango con especias tajín es muy sencilla y todo un clásico del picoteo callejero mexicano, que también podemos recrear con otras frutas tropicales como piña o papaya, o en las que más nos gusten. Con melón, sandía, melocotón y naranja queda de lujo.
En México es habitual también echar Tajín, además del maíz -elote-, a paletas o polos de fruta y hielo, mezclas varias de fruta y bebidas como batidos o smoothies, frappés, granizados y hielos raspados, etc. Además de poder aderezar la bebida, los jugos o zumos y cócteles se ensalzan rebozando el borde del vaso o copa con el sazonador. Estas bebidas maridan muy bien con snacks y picoteos también susceptibles de recibir al Tajín, como palomitas o frutos secos.
Es estupendo para darle otro toque a salsas, dips y untables como el hummus o el clásico guacamole mexicano, pudiendo aderezar también las verduras tipo crudités que usemos para mojar. También el Tajín va muy bien para sazonar o marinar carnes, pescados y mariscos, para saborizar vinagretas en ensaladas o condimentar quesos frescos y proteínas vegetales como tofu o seitán, por no hablar de lo bien que casa con legumbres y huevos.
Tajin Classic, Condimento mexicano, Paquete de 3 (142 gr cada una)
Tajin Habanero Fruit and Snack Seasoning Extra Hot 1.6oz …
Fotos | Tajín - Julie Sd - Jules - Sarah Stierch
En DAP | México, un país entre tortillas: del taco a la quesadilla pasando por los burritos, las enchiladas o los totopos
En DAP | El mejor caramelo del mundo es un tofe de guayaba, fruta de la pasión y tajín
